Samsung ha renovado sus populares Galaxy A30 y A50 apenas seis meses después de presentarlos con los Galaxy A30s y Galaxy A50s. Externamente tienen casi el mismo tamaño y peso, pero cambian la cubierta trasera con unos patrones distintos para mejorar su diseño. Están orientados al competitivo sector entre los 200 y 300 euros, y toda mejora es poca.
El otro cambio que introducen estos dos teléfonos inteligentes es en la cámara. La del Galaxy A30s mejora a una de triple sensor, con uno principal de 25 Mpx y apertura ƒ/1.7, un secundario de 5 Mpx como sensor de profundidad, y un terciario de 8 Mpx de gran angular; es básicamente la disposición del anterior Galaxy A50. El Galaxy A50s pasa a tener un sensor principal de 48 Mpx y apertura ƒ/2.0 y misma configuración del resto que el A30s. La cámara frontal es de 16 Mpx o 32 Mpx y apertura ƒ/2.0, según el modelo.
Por lo demás, disponen de la misma pantalla de 16.3 cm (6.4 pulgadas) con resolución de 2340 × 1080 píxeles y tipo Super AMOLED. El procesador varía entre un Exynos 7904 de dos núcleos Cortex-A73 a 1.8 GHz y seis Cortex-A53 a 1.6 GHz, y el A50s incluye un Exynos 9610 de cuatro núcleos Cortex-A73 a 2.3 GHz y cuatro Cortex-A53 en este caso a 1.7 GHz.
Las combinaciones de memoria son de 3 o 4 GB de RAM y 32 o 64 GB de almacenamiento para el A30 y de 4 o 6 GB de RAM y 64 o 128 GB de almacenamiento para el A50. Tienen una batería de 4000 mAh con conector USB tipo C, carga rápida de 15 W, y tienen un lector de huellas integrado en la pantalla. Disponen de wifi 802.11ac, Bluetooth 5.0 y NFC.
Samsung no ha indicado el precio, pero el A30 llegó por unos 250 euros y el A50 por unos 300 euros, si bien ahora mismo están en torno a los 200 y 250 euros respectivamente.