La guerra comercial entre China y EE. UU. ha tenido como principal afectado en el sector tecnológico a Huawei, que no puede proporcionar sus móviles con las aplicaciones de Google, incluida la Play Store. Cuando fue anunciado el veto de comercio de empresas estadounidenses con Huawei , otras compañías que comercian con ella tuvieron que empezar una revisión interna para saber si podían seguir haciéndolo pese a no ser de EE. UU. Una de las que podía perjudicar más a Huawei era ARM, diseñadora de la arquitectura usada en los procesadores la mayoría de móviles.
Finalmente, ARM, como empresa británica, ha determinado que la tecnología que proporciona Huawei es plenamente ajena a cualquier acuerdo con otras compañías estadounidenses. Por tanto, puede seguir licenciando la arquitectura ARMv8-A a Huawei, así como las generaciones posteriores que anuncie. Cabía la posibilidad de que algún diseño interno de la arquitectura —sistemas de gestión de consumo, controladores de memoria, etc.— pudiera estar sublicenciada a alguna empresa estadounidense.
La investigación de ARM ha descartado ese extremo, por lo que es una buena para Huawei. Aunque, eso sí, que el Mate 30 no incluya la Play Store va a ser un duro golpe para las ventas. Al menos el Kirin 990 está a salvo, y permitirá que Huawei siga aumentando ventas de móviles como viene haciendo hasta ahora, aunque gracias a las ventas dentro de China donde no se usa Play Store sino otras tiendas de aplicaciones.