Western Digital ha puesto a la venta una nueva serie de unidades de estado sólido externas que se conectan a un puerto USB, aunque en este caso la interfaz es USB 3.2 (USB 3.2 gen. 2×2). Estas SSD tienen un puerto USB tipo C en ella, aunque se proporcionan dos cables con ellas: tipo C a tipo A, así como tipo C a tipo C.
La velocidad teórica máxima de transferencia es de 20 Gb/s (2.5 GB/s) aunque WD habla de 2 GB/s, e internamente es una SSD con interfaz PCIe y protocolo NVMe 1.3, pero al final hay que convertirlo a USB. Para ello utiliza un controlador ASM2364 de ASMedia, un puente PCIe-USB que permite esa velocidad máxima teórica si se conecta a un puerto USB 3.2, y no hay ahora mismo demasiadas placas base que lo tengan —siempre se puede recurrir a tarjetas de expansión PCIe que lo proporcionen—.
Estas SSD están disponibles en capacidades de 500 GB, 1 TB y 2 TB. El diseño de la carcasa es en color negro con un toque ligeramente militar a prueba de golpes, y la compañía lo orienta —obviamente hoy en día— a los jugones, que parece que son las personas más ricas del mundo. Las personas normales que se fastidien. Su tamaño es de 62 mm × 118.1 mm × 14 mm.
El precio del modelo de 500 GB es de 179.99 dólares (210 euros) el de 1 TB cuesta 249.99 dólares (301.99 euros) y el de 2 TB cuesta 499.99 dólares (607.99 euros), aunque ahora mismo en la web de WD pone un precio rebajado de 150 $, 240 $ y 400 $ —por aquello de ajustarlo a la realidad del fluctuante mercado—.