AMD estaba en 2014 en una difícil situación debido a la nula innovación en sus arquitecturas para procesadores, pero sabiendo lo que tenían por delante hizo la promesa de que para 2020 aumentarían sustancialmente la eficiencia energética de sus chips. La estimación fue modesta para lo que habría sido normal, pero mejor quedarse no quedarse corto con la predicción. Eso conformó el objetivo 25×20, o dicho de otro modo, que aumentaría veinticinco veces la eficiencia energética de los chips de portátil para 2020.

En AnandTech han hecho una gráfica mostrando el aumento de la eficiencia energética en base a los criterios de AMD, y la podéis ver a continuación. AMD ha conseguido superar con creces sus expectativas de 2014 gracias al proceso litográfico de 7 nm de TSMC, a la arquitectura Zen 2 de CPU y a la remodelación de la arquitectura Vega para la iGPU de los Ryzen 4000 de portátiles, denominados Renoir.

Esa eficiencia energética se queda en 31.77 veces mayor, frente a las 25 veces que esperaba mejorarla, por lo que la jugada le ha salido perfecta a la compañía. De hecho, los procesadores Ryzen 4000 de portátiles son los mejores del mercado, y ya estaría genial que se pudieran adquirir portátiles que los tuvieran. De nada sirve anunciar procesadores y portátiles que los usan que al final llegan con cuentagotas al mercado.

Vía: AnandTech.