Las restricciones de comercio impuestas por los Estados Unidos de América a las compañías chinas han sido variadas en la legislatura de Donald Trump, pero sobre todo se ha centrado en una empresa, Huawei, por sus estrechos vínculos con el Gobierno chino. En realidad, casi cualquier empresa tecnológica china tiene vínculos con el Gobierno chino, pero no hay muchas de la talla mundial de Huawei. El último revés a la compañía se sitúa en el frente de la producción de chips, ya casi TSMC ha confirmado malas noticias.
La taiwanesa dejó de aceptar pedidos de producción de Huawei el 15 de mayo, y las últimas obleas serán entregadas antes del 14 de septiembre, tanto a la propia Huawei como a su filial HiSilicon. Esta última es la que diseña los procesadores Kirin que Huawei usa en sus móviles, pero también produce otros chips relacionados con las cámaras o televisión digital. La entrega de chips se ha podido realizar gracias a un periodo de gracia de tres meses antes de prohibir completamente a TSMC que tenga relaciones comerciales con Huawei.
El motivo de la prohibición tiene que ver con que TSMC utiliza cierta tecnología de procedencia estadounidense para la producción de las obleas, por lo que se le aplica la directiva de Trump de no comerciar con Huawei si quiere seguir fabricando chips.
Esto libera el 23 % de producción de TSMC que acaparaba Huawei, pero que probablemente no haya tenido muchos problemas para encontrarle dueño, ya sea AMD, Apple o Nvidia, que son otros de los grandes clientes de TSMC y con necesidades de aumentar su volumen de producción de chips. De hecho, TSMC no cree que esta prohibición vaya a tener un efecto en sus ingresos, que aumentarán un 20 % en el tercer trimestre del año, y también ha aumentado su inversión de capital hasta los 17 000 millones de dólares.
Vía: AnandTech.