Empieza a haber luz al final del túnel en el sector de las tarjetas gráficas, aunque igual es solo un espejismo. Uno de los motivos que propulsó la actual criptoburbuja es que Tesla empezó a aceptar pagos en bitcoines (BTC, del protocolo Bitcoin), ya que Musk estaba seguro de que era estupendo para su negocio y para el sistema de pagos. Tesla compró 1500 millones de dólares en BTC a principios de año, y la inversión le ha reportado al menos 1000 M$ en beneficios. Sin embargo, Musk ahora dice que el bitcóin es medioambientalmente insostenible y que Tesla dejará de aceptarlo como pago.
El resultado es que el mercado se ha desplomado y ha arrastrado a todas las criptodivisas, incluida el éter (la moneda del protocolo Ethereum). De momento el bajón no es hundimiento, pero sí que llevan todas un 15 % de caída en su cotización, y es de prever que seguirán bajando en las próximas horas a medida que la noticia de Musk y el miedo se instala en los que han invertido a última hora.
Eso sí, Musk dice que no venderán sus bitcoines —de momento— y que están en Tesla buscando alternativas de criptodivisas que sean más energéticamente sostenibles y que usen menos del 1 % de la energía por transacción que Bitcoin. Creo que es una forma poco velada de decir que están mirando al protocolo Chia basado en el almacenamiento.
Vía: TechSpot.