El lanzamiento de Windows 11 trajo problemas con los procesadores de AMD, que curiosamente pasaron inadvertidos durante el desarrollo. Resulta chocante que una pérdida de hasta el 15 % del rendimiento en juegos no fuera detectado hasta pasado el 4 de octubre, momento en el que se distribuyó la actualización a Windows 11. Sea como sea, uno de los problemas que había con la elección del núcleo preferente ha sido solucionada por AMD y Microsoft ha hecho lo propio con los problemas con la caché de nivel 3 de los Ryzen.

La actualización está disponible para instalar en forma del parche KB5006746, disponible también a través del sistema de actualizaciones integrado en Windows. Este fallo hacía que la latencia de la caché de último nivel de los Ryzen se triplicara debido a que el ancho de banda de la caché se reducía a menos de una décima parte. Como digo, un curioso fallo no detectado en las pruebas del sistema operativo. Sea como sea, el parche indicado lo soluciona, y también soluciona otra serie de problemas del sistema operativo y realiza algunas mejoras.

Vía: PC World.