Cuando un diseñador de chips lleva la teoría de su chip a la práctica le toca adaptarlo a los bloques de construcción que le proporcionan las fundiciones de chips. Eso significa que si quieres crear una operación aritmética, tendrás que usar tantos transistores repartidos de esta o aquella forma. Un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Viena ha diseñado una forma de simplificar la creación de estos bloques haciendo uso del germanio y un nuevo tipo de transistor mencionado como «adaptable».
La idea es que a los tres terminales habituales de un transitor (emisor, base y colector) se les uniría un cuarto, un terminal de control hecho de germanio que permitiría cambiar el tipo de tensión que lo activa. Los transistores se crean de forma que permiten el paso de corriente al aplicar o bien una corriente positiva o bien una negativa, y por tanto de ahí lo de «transistor adaptable».
La explicación de la programación del transistor está en las características físicas del germanio por su propiedad de resistencia diferencial negativa que permite regular el valor de voltaje que activa al transistor. Estos transistores programables permitirían reducir, según los investigadores, de 160 a solo 24 los transistores necesarios para realizar operaciones aritméticas, un 85 % menos, aumentando por tanto la eficiencia energética de los chips que lo usaran.
Vía: Guru3D, Tom's Hardware.