Intel ha estado buscando sitios en la Unión Europea en los que levantar nuevas fábricas pero no ha llegado a concretar ninguna inversión importante en el último año. Ahora ha levantado el telón a la primera fase de su plan de inversión de hasta 80 000 millones de euros en la Unión Europea en la próxima década. La compañía ha indicado que invertirá en I+D en Irlanda, Italia, Polonia y España, sin concretar cifras, así como un centro de diseño e I+D en Francia y una megafábrica de 17 000 M€ en Alemania.
La megafábrica alemana
La fábrica alemana se levantará en Magdeburgo como se venía rumoreando, y la planificación de las instalaciones empezará inmediatamente. Se espera que se empiece a construir en la primera mitad de 2023 y que la producción comience en 2027, siempre pendiente de la aprobación de la Comisión Europea. La maldita burocracia europea, ya se sabe. Espero que realmente no me digan que se necesitan cuatro años para construir unas simples fábricas en pleno 2022. Lo que da a entender Intel es que están a la espera de las subvenciones de la UE.
La imagen de cabecera y la inferior son las maquetas de las fábricas que va a abrir en la Unión Europea, que pueden no ser así cuando finalmente se lleve a cabo el proyecto. Parte de ese retraso a 2027 estaría motivado por el hecho de que Intel espera fabricar con los procesos más punteros del momento por entonces, y esos son los procesos litográficos que denomina en ángstroms (20 Å, 18 Å).
Intel espera que se creen siete mil puestos de trabajo para la construcción, tres mil puestos permanentes de alta cualificación, y decenas de miles de puestos adicionales entre sus socios y proveedores. El centro de fabricación de Alemania lo denomina oficialmente Silicon Junction, «Confluencia del Silicio», porque asegura que será el punto de unión de los distintos centros de innovación y fabricación de Alemania en particular y la Unión Europea en general.
Inversiones en Irlanda e Italia
Por otro lado, la compañía invertirá otros 12 000 M€ en expandir su planta de Leixlip (Irlanda). Esto le permitirá duplicar la capacidad de producción y fabricar con el proceso de 4 nm lo más cerca de sus clientes europeos que puede así como ofrecer sus servicios de fundición (IDM 2.0).
La otra fábrica tendrá una inversión de hasta 4500 M€ y será una colaboración con Italia, como también se venía rumoreando. Se crearán 1500 puestos de trabajo de alta cualificación y otros 3500 puestos entre socios y proveedores, entrando en funcionamiento entre 2025 y 2027. La inversión es además de la que pueda hacer tras comprar Tower Semiconductor, ya que tiene una estrecha relación con STMicroelectronics que tiene una fábrica en Agrate Brianza, ciudad de la región de Lombardía.
Otras inversiones en I+D
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha recibido de buen agrado la decisión de Intel aunque vaya a tener que untar a la compañía hasta arriba de billetes para atraerla a la Unión Europea con el dinero de todos. No digo que no esté bien que Intel expanda su producción en la UE, pero no va a salir gratis. En la situación actual, parece necesario tener cuantas más fábricas de microchips en la UE, mejor que mejor. Según Von der Leyen, las principales beneficiadas serán las pymes unionenses las cuales dispondrán de un acceso más directo a los procesos punteros de fabricación de chips.
El centro de I+D de Intel estará ubicado en Plateau de Saclay (Francia), al suroeste de París. Se crearán mil puestos de trabajo de alta tecnología, aunque inicialmente se espera que estén disponibles 450 a finales de 2024. Será el centro de diseño de soluciones de computación de alto rendimiento e inteligencia artificial.
En Gdansk (Polonia) aumentará su espacio de laboratorios un 50 % centrándose en el desarrollo de soluciones para redes neuronales profundas, audio, gráficos, centros de datos y computación en la nube. La expansión se completará en 2023. Habrá otras expansiones de presencia en I+D a lo largo y ancho de la UE, lo que incluye Bélgica, Países Bajos, Francia y Alemania. Para España simplemente colaborará más estrechamente con el Centro Nacional de Supercomputación situado en Barcelona con un laboratorio conjunto.