Phison está preparando diversos controladores para unidades de estado sólido (SSD) como el PS5026-E26, el cual estará incluido en las SSD de tipo PCIe 5.0 de alto rendimiento. Las primeras unidades deberían llegar al mercado antes de final de año aunque los modelos generalistas no llegarán hasta 2024. La última pizca de información proporcionada por Phison es que estas unidades SSD de alto rendimiento precisarán de refrigeración activa.
Ahora mismo las PCIe 4.0 de alto rendimiento, que alcanzan hasta uno 7500 MB/s de lectura secuencial, con una refrigeración pasiva generosa es suficiente para que no haya limitación térmica. O sea, vale con un disipador grueso. Sin embargo las PCIe 5.0 tienen el potencial de alcanzar los 16 GB/s y por tanto van a precisar de refrigeración activa para evitar la temida limitación térmica —que los chips se recalienten y bajen su frecuencia de funcionamiento para limitar el calor y evitar daños—.
Esa refrigeración activa es un disipador con ventilador. Además, su consumo se situará en torno a los 20 vatios por unidad frente a los hasta 10 W de las PCIe 4.0 de alto rendimiento y los 5 W que consumen las PCIe 3.0 hoy en día. Los modelos generalistas consumen más o menos la mitad de esas cantidades. Quizás la mejor idea para quitarse del tamaño que tendría un ventilador encima de una SSD sería optar por una tarjeta PCIe para varias SSD que suelen tener un ventilador pequeño y disipadores de aluminio.
Los controladores de la SSD necesitan funcionar a mayores frecuencias para poder mover más información en el mismo tiempo que los modelos anteriores y eso pasa inevitablemente por un aumento del consumo para alcanzarlas. De hecho la compañía indica que el punto dulce de funcionamiento de las SSD son los 25-50 ºC. Al final según la refrigeración una PCIe 4.0 normalmente empieza a limitar su rendimiento a partir de los 70 ºC, por lo que 50 ºC tampoco es algo necesario. Los chips de NAND puede aguantar temperaturas mayores, hasta los 85 ºC.
Pero al final resulta increíble que con la crisis energética que estamos atravesando a las compañías solo se les ocurra proporcionar dispositivos que consumen cada vez más de una generación a otra. Quizás habría que ralentizar un poco el avance en potencia y centrarse en el consumo como venía ocurriendo hasta hace un lustro. Esas RTX 40 que podrían tener consumos de hasta 600 W ya me empieza a generar malestar, aficionado como soy a los equipos pequeños y de bajo consumo. Mi NUC 11 Enthusiast es suficiente para mis gustos en juegos y no consume más de 120-150 W en carga completa jugando. Ahora vamos a empezar a hablar de equipos que consumen 800 o 900 W jugando con una RTX 4090, con fuentes de alimentación de 1200-1500 W.
Vía: Tom's Hardware.