Mountain es una joven empresa alemana dedicada a los periféricos para juegos que tiene un pequeño pero creciente catálogo de productos de primera línea. El Everest Max es un excelente teclado compacto que lleva un tiempo en el mercado, con cierta modularidad al podérsele añadir un teclado numérico y una pequeña pantalla informativa.
Siguiendo esa senda llega ahora el Everest 60, que es un miniteclado mecánico englobado dentro de los de tipo sesenta por ciento. Para mantener la modularidad de su teclado anterior se puede comprar por separado un teclado numérico de quita y pon, el Everest 60 Numpad. No es un producto barato, ya que el teclado en sí cuesta 140 euros mientras que el numérico cuesta 50 euros, pero le abre las puertas a un público más amplio.
Videoanálisis
Desembalado
El Everest 60 llega en la habitual caja negra y azul que son marca de la casa, con una presentación muy cuidada en la línea de la que tiene el Everest Max. Nada más abrirla se podrá ver el teclado en una bandeja azul y en la contraportada se podrá ver la nota agradeciendo la compra del fundador de la compañía.
Debajo de la bandeja se puede ver una de poliestireno en la que va la guía de inicio rápido con algunos atajos de teclado, una tecla gris con el logo de la compañía para cambiar por ejemplo la de escape, un quitateclas para quitar tanto las teclas como los interruptores del teclado, y cuatro piezas magnéticas que son para regular la altura del teclado.
Esta teclado es pequeño, hecho en color negro y con teclas del mismo color, aunque se puede adquirir en la web de la compañía con teclas de otros colores. Hay cierta variedad para llegar a un público más amplio. A diferencia de otros modelos de tipo sesenta por ciento este sí que incluye los cursores con ciertos cambios al tamaño de otras teclas, lo cual me parece una gran decisión. Para ello se han reducido el tamaño de algunas teclas como la mayúsculas derecha, pero son cambios a los que te acostumbras rápido.
Para mantener el espíritu de los 60 %, prescinde de las teclas de función. Incluye en su lugar la habitual tecla de función general (FN) que combinada con la hilera de números harán de teclas de función, y también permitirá ajustar ciertas características del teclado combinándola con los cursores u otras. Las teclas son de buena calidad, hechas en PBT de doble inyección y dan muy buena sensación al tacto, incluso excelente, en la línea de los mejores modelos del mercado.
Se puede ver que es un teclado algo grueso y ligeramente pesado para el tamaño que tiene, a pesar de que su parte superior es de aluminio. De hecho pesa solo algo menos que el Everest Max. Es un tipo de construcción hecha para durar, y se agradece en este tipo de teclados que son proclives a transportarse. Debajo de las teclas hay una capa de goma y otra de espuma para amortiguar el ruido del traqueteo de las teclas en plena acción.
El teclado tiene tres conexiones USB tipo C en su frontal para elegir por dónde sacar el cable en función de lo que más convenga al usuario. El Everest Max tenía surcos en la parte inferior para guiar el cable, como se hace en otros teclados, aunque no le veo ninguna pega a este método. Quizás esos puertos USB tipo C adicionales se puedan usar para otros módulos más adelante.
En los laterales hay otros dos puertos USB tipo C tapadas. Sirven para conectarle el teclado numérico en el lado que más convenga, aunque como he dicho al principio se tendrá que comprar por separado.
Para alzar el teclado la compañía recurre a unas piezas magnéticas. Hay una puesta a cada lado con una base de goma, y luego se pueden poner una o dos piezas más en cada lado por lo que se puede optar por tres posiciones distintas. Es una curiosa forma de inclinar más o menos el teclado que no me parece mala.
Everest 60 Numpad
El Everest 60 NumPad tiene dos conexiones USB tipo C, una a cada lado, para que se sitúe a izquierda o derecha del teclado principal. Cuenta con todas las características de este, como la buena estructura reforzada con aluminio, la iluminación RGB configurable por tecla, el sistema de patas magnéticas para ajustar su altura, o los tres tipos de interruptores en que se ofrece.
No soy muy amigo de los teclados numéricos y al menos en mi día a día no los necesito, ni para trabajar ni para jugar, pero hay mucha gente que sí y por tanto tenerlo como opción para un teclado tan pequeño como este me parece una buena opción comercial por parte de Mountain, aunque no está exenta de riesgos.
Tiene un precio de 50 euros, que unido al del teclado en sí empieza a ser una fuerte inversión, pero como no hay alternativa similar en el mercado se tendrá que valorar todo ello al decidir si el precio compensa.
Características
Los interruptores del Everest 60 están hechos a medida para MOUNTAIN en lugar de haber recurrido a otros ya existentes en el mercado como los de Cherry que ha usado previamente en el Everest Max. No se indica el fabricante. Los interruptores son tres: Linear 45, Linear 45 Speed y Tactile 55. El nombre lo dice todo de sus principales características. Dispone de seguidila completa (n-key rollover), por lo que detectará bien cualquier cantidad de teclas simultáneamente.Todos los interruptores llegan perfectamente lubricados de fábrica para minimizar ruidos y hacer más agradable su pulsación.
Hay un quitateclas en la caja que sirve tanto para quitar las teclas como para quitar los interruptores, los cuales se pueden sustituir en caliente. Es un buen detalle aunque su utilidad se limitará a casos muy puntuales para la mayoría de compradores de este teclado, aunque mejora su vida útil. Si se rompe un interruptor, lo cambias y sigues usándolo. Si te aburres de los interruptores con que hayas comprado el teclado, los cambias y punto. También puedes cambiar solo unos interruptores, por ejemplo las de las teclas WASD. Eso queda a la imaginación del usuario. Acepta interruptores de tres y cinco pines.
Los lineales tinen una fuerza de actuación de 45 gf con un punto de actuación a 2 mm (Lineal 45) o 1.1 mm (Lineal 45 Rápido), con un recorrido total de 4 mm y 3.4 mm respectivamente. La mayor velocidad de respuesta del Linear 45 Speed será ideal para juegos de acción rápida, y menos que ideal para otros donde pulsar cuando no se debe pueda llevar al fracaso en un juego. Los Táctil 55 tienen una fuerza de actuación de 55 gf y un punto de actuación y recorrido total de 2 y 4 mm.
Everest 60 de Mountain | |
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Dimensiones | 307.2 mm × 115 mm × 46.44 mm |
Peso | 768 g |
Conexión | Cable USB |
Cable | 1.8 m |
Interruptores | Hechos a medida para Mountain: Tactile 55, Linear 55, Linear 55 Speed |
Disposición de teclado | Estadounidense |
Detección individual de teclas | Sí |
Muestreo | 1000 Hz |
Extras | iluminación RGB por tecla, goma y espuma amortiguadoras, base de aluminio |
Fecha de presentación | Abril de 2022 |
PVPR | 140 euros |
Este modelo me ha llegado con los Tactile 55 que son los que más me gustan principalmente por temas de trabajo. No me dan la sensación de notar el punto de actuación, pero sí se nota que tienen cierta retención a la hora de teclear. La sensación es bastante buena, distinta al K70 RGB con interruptores MX marrones que uso para jugar porque ese punto de actuación casi no se nota, pero me gustan más estos Tactile 55 que los MX marrones.
Además, este Everest 60 me tiene ganado por el mero hecho de que el teclado en sí hace bastante menos ruido que el K70 RGB de Corsair, aunque sea un teclado que tiene ya algunos años. La desgracia en realidad procede de que solo está con la distribución estadounidense (ANSI), y como me paso el día programando necesito la tecla adicional de mayor/menor que tienen las disposiciones europeas (ISO). La serigrafía, sabiendo (más o menos) mecangorafía me es indiferente.
Si le diera a MOUNTAIN por hacer una versión con la disposición europea con el intro en dos filas y más estrecha, entraría sin problemas en el espacio que deja el largo intro estadounidense. Quizás sea la pequeña decepción que siento hacia este teclado, porque podría haber sustituido mis teclados por este, el Magic Keyboard que uso con el Mac y el K70 RGB cuando juego. Pero la otra decepción es que el teclado no funciona en los Mac. Ni siquiera llega a reconocerlo ni a suministrarle energía, por lo que ni siquiera se ilumina.
Programa de configuración
Mountain dispone de un programa de configuración llamado Base Camp que no tiene nada que envidiar a los de la competencia como el Synapse 3.0 de Razer, y con todas las características necesarias para que una compañía haga mella en el mercado internacional. Muchas compañías menos conocidas o nuevas optan por programas de configuración pobres para sus primeros periféricos, pero no es el caso de Moutanin.
Base Camp permite gestionar todos los periféricos de la compañía desde él, los cambios se aplican al instante —programas de configuración como buenos como el de Roccat hay que darle a un botón de aplicar cambios, lo cual resulta molesto—, permite la actualización de firmware del teclado, etc.
No le falta de nada en el plano de la configuración. Se puede modificar la asignación de teclas del Everest 60, se pueden crear macros y por ejemplo asignarla directamente a una tecla del Everest 60 NumPad, cambiar la iluminación y demás opciones habituales como perfiles de uso.
También se gestiona el teclado numérico retirable desde esta aplicación, que será de bastante utilidad para los que suelen recurrir al teclado numérico como fuente de atajos mientras juegan. Por eso poderlo poner a la izquierda o derecha del teclado resulta un acierto dependiendo de qué labor se vaya a realizar con él. Base Camp detecta bien el cambio en caliente de la posición del teclado, y ajusta la interfaz a la posición en la que esté.
Pequeño pero matón
Puede que Mountain sea una marca relativamente nueva en el sector jugón, pero los pocos productos que ha puesto en el mercado hasta el momento son todos excelentes. Están bien diseñados, son duraderos, y ofrecen unas altas prestaciones. El Everest 60 sigue esa línea, aunque también la de ser probablemente de los más caros de su tipo. Cuesta 140 euros, lo cual es muchísimo siendo un sesenta por cierto.
A cambio se obtiene todo lo que se puede esperar y algunas cosas que no aportan otros teclados similares de ninguna gran compañía. De hecho sería de los pocos de este tipo que compraría porque necesito los cursores. Este teclado los tiene y es fácil acostumbrarse a usarlo. La iluminación ARGB que tiene en torno a su cuerpo lo hace también muy atractivo y es un extra visual para su coste. Las opciones de interruptores me parecen buenas así como su funcionamiento, y cubrirán las necesidades de la mayoría de usuarios.
Que se pueda quitar el cable es un buen detalle en estos miniteclados ya que permitirá transportarlos más fácilmente, y que se pueda elegir en qué posición ponerlo es una curiosidad aunque práctica. Es un teclado robusto, con un buen programa de configuración, con un teclado numérico opcional para los que lo necesiten, y por tanto es un ejemplar único en el mercado actual. Simplemente, me ha encantado.