La economía mundial está atravesando un periodo de incertidumbre por la inflación causada por la crisis energética agravada con la crisis de Ucrania, y está afectando a todos los sectores. Bueno, a casi todos, porque TSMC ha sacado pecho al asegurar que a las empresas de semiconductores no les está afectando porque si bien ha bajado la demanda de ciertos tipos de chips, la de otros se ha disparado. El balance neto es que la compañía espera que crezcan sus ingresos un 30 % durante 2022.
La subida seguiría el aumento de ventas del 24.9 % del año pasado, por lo que continúan en marcha sus planes de financiar la expansión de su producción en base a estos ingresos aumentados, reduciendo lo máximo posible el recurrir a créditos u otras fuentes de financiación. De hecho, en este segundo trimestre del año siguen las expectativas en que ingrese entre 17 600 y 18 200 millones de dólares, con un margen bruto del 58 %. La compañía está destinando en torno a los 40 000 millones de dólares este año para expandir su producción.
El presidente del consejo de administración, Mark Liu, ha indicado que la inflación no tiene un impacto en la industria de los semiconductores porque la bajada de la demanda viene de la electrónica como móviles o PC, pero que la demanda de otros productos más caros como los vehículos electrónicos es muy alta y excede la capacidad de producción de la compañía. También ha indicado que las fábricas de TSMC están funcionando al cien por cien, y que seguirán así el resto del año.