EE. UU. está intentando aumentar su producción nacional de chips, curiosamente alejándose de la agenda globalista de Biden por acercamiento más nacionalista. Pero además de aprobar subvenciones de 76 000 millones de dólares en subsidios e I+D, el país no podría atraer la producción necesaria si no se asegura la maquinaria para que Intel, TSMC o Samsung, que tienen planes de expansión en EUA, pongan en marchas sus fábricas. La mejor forma de conseguirlo parece ser reduciendo aún más el acceso de China a la maquinaria litográfica.
El Gobierno de Biden ha comunicado a proveedores de material litográfico como Lam Research y KLA que ahora ya no pueden proporcionar equipamiento que se utilice para producir chips con procesos litográficos de 14 nm o menos. Actualmente la prohibición se limitaba a 10 nm o menos, lo cual al menos dejaba margen a las compañías chinas para estirar esa maquinaria de 14 nm para crear procesos litográficos cercanos a los 10 nm —o menos— como ocurre con SMIC.
A la postre, la prohibición también afecta a los planes de expansión en China de empresas como TSMC o Samsung Foundry porque operan en el país asiático a través de empresas conjuntas con empresas chinas, un requisito imprescindible del Gobierno chino para que las empresas extranjeras operen en el país. Por tanto, TSMC, Samsung y demás compañías tendrán que buscar otros países en los que expandir su producción.
Aparentemente la prohibición está relacionada con la maquinaria que permite la fabricación de chips con estructuras lógicas —procesadores— y no estructuras de memoria —DRAM y NAND—, por lo que quizás otras empresas como Micron o SK Hynix sí pudieran expandir su producción en China, así como los productores nacionales chinos de memoria. Las nuevas prohibiciones son aún más amplias, afectando a mucho más equipo que los habituales escáneres. A saber: equipos de deposición de películas de metal o de vacío, grabado con plasma, equipamiento de fotolitos, limpieza de obleas, equipamiento de control de calidad o inspección visual de defectos, etc.
La retórica nacionalista de Biden es que está intentando cercenar los esfuerzos de fabricación de chips de China por el riesgo que supone a la seguridad nacional de los EUA. Una retórica que es exactamente igual a la de Trump y que la izquierda estadounidense criticaba sin parar porque acrecentaba las tensiones con el país asiático. Pero ahora, curiosamente, la izquierda estadounidense está callada sobre este tema a medida que se aplican cada vez más sanciones y aumentan las tensiones con China y los desencuentros diplomáticos.
Fuente: Bloomberg. Vía: Tom's Hardware.