En los últimos meses la economía mundial se ha estado ralentizando debido a la inflación, y está afectando más a los mercados no prioritarios como el de la electrónica. Bien es cierto que en el primer año de pandemia se dispararon las ventas de electrónica por el teletrabajo y que la gente no se pudo ir de vacaciones a ningún lado, lo cual ha impactado más si cabe al sector. La gente tiene cosas suficientemente modernas y no tienen necesidad de renovar. Son muchos más motivos —confinamientos en China, problemas de distribución, etc., pero el resultado es el mismo: bajada de precios de algunos componentes como la DRAM.

Si en el tercer trimestre se ha revisado continuamente a la baja el precio de la DRAM, hasta un 15 % de media con la DDR5 cayendo hasta un 20 %, las previsiones para el cuarto trimestre van en la misma dirección. La DDR4 y DDR5 para el sector PC podrían bajar hasta un 18 %. La memoria de servidores incluso más, hasta un 30 % la DDR5 para los centros de datos. La de dispositivos móviles hasta un 18 %, la memoria gráfica (GDDR) hasta un 15 %, y el resto de memoria de consumo hasta un 15 %. La media de la bajada de precios del sector de la DRAM sería de entre un 13 % y un 18 %.

El descalabro que está habiendo en el sector de los chips después de la fuerte sobredemanda que hubo durante el año pasado y principios de este va a hacer que durante el primer trimestre de 2023 los precios de los módulos de RAM bajen aún más. Bueno, quizás, porque hay muchos otros costes que están subiendo por la inflación, como materias primeras o mano de obra. La DRAM al final solo es parte del coste de los módulos, pero seguirán bajando en los próximos meses.

2mb9vox9c10imrgi.jpg

Vía: TechPowerUp.