El culebrón Twitter-Musk continúa su curso, ahora por el derrotero de los recortes de personal que va a llevar a cabo la nueva dirección. Había rumores de que Elon Musk, el nuevo jefe tuitero de la empresa, iba a despedir al setenta y cinco por ciento de la plantilla pero al final parece que solo se va a quedar en hasta un cincuenta por ciento. Pero las prisas por hacer la empresa rentable, que se unen a los ocho dólares al mes por Twitter Blue, ha hecho que los empleados demanden a la compañía.
La denuncia se ha interpuesto en el tribunal federal de San Francisco como demanda colectiva ya que según la ley nacional de Notificación de Ajuste y Recapacitación de Empleados dice que los despidos masivos —un ere en la legislación española— en empresas de más de cien empleados se deben hacer con un preaviso de sesenta días. Aunque tengan razón, el resultado final del despido será el mismo, pero se hace también con la intención de que los empleados despedidos sepan que no tienen por qué firmar el primer finiquito que la compañía les ofrezca.
Lo único que conseguirá Twitter es retrasar el pago de la indemnización por despido improcedente, que será al final mayor que si hubiera dado el preaviso, tras un proceso judicial que llevará meses y que probablemente termine en un arbitraje con los empleados. Es lo que ha ocurrido con una demanda similar contra Tesla al recortar un diez por ciento su plantilla. Mientras tanto la compañía se habrá ahorrado pagar durante meses a la mitad de sus empleados actuales, que es lo que busca Musk a toda prisa: recorte de gastos y mejorar los ingresos.
Los empleados de Twitter están hoy en casa esperando a recibir un correo de la empresa. Si lo reciben en su cuenta de trabajo, seguirán en su puesto. Si lo reciben en la personal, estarán despedidos.
Vía: EnGadget.