La coyuntura económica está impactando a los gigantes tecnológicos tras estar frotándose las manos durante los dos primeros años de pandemia. El tercero no está siendo nada bueno. Eso está provocando infinidad de recortes de producción y despidos, que en el caso de Intel se están produciendo por fases. En Irlanda ha optado por la baja temporal de sus empleados por motivos de producción.
Intel está pidiendo a sus cinco mil empleados del campus de Leixlip que hasta dos mil se tomen un descanso de tres meses no remunerado. La idea es la de reducir costes a corto plazo para mantener los empleados dentro de la empresa en lugar de tenerlos que despedir definitivamente. Eso implica que Intel prevé empezar a remontar sus ingresos a partir del segundo trimestre de 2023, y probablemente lleve a cabo medidas similares en otros lugares durante el primer trimestre de 2023.
La compañía ha asegurado al ministro de Exteriores irlandés que está comprometido con las inversiones en Irlanda y que las medidas que va a tomar son a muy corto plazo. Intel tuvo un terrible tercer trimestre lo cual ha estado forzando despidos y reorganización de trabajo para evitar un hundimiento mayor. La ralentización de ventas en el sector consumo es la clave en este caso, y no se espera que la cosa mejore hasta mediados o finales de 2023.
Vía: Tom's Hardware.