Dentro del sector de los microauriculares hay muchos modelos inalámbricos pero se tiende a favorecer los que ofrecen mayor versatilidad de conexión. Los HS55 Wireless de Corsair está entre ellos ya que es un interesante modelo con conectividad Bluetooth pero que también se puede conectar mediante un adaptador USB, lo que permite que se pueda usar en múltiples plataformas, incluidas las PlayStation.
Videoanálisis
Desembalado
Los HS55 Wireless llegan en la habitual caja amarilla y negra que usa Corsair para identificar sus productos, dejando claras algunas cosas en su portada como que son ligeros, funcionan en múltiples plataformas, son Bluetooth y tiene sonido envolvente. En la parte trasera abunda un poco más en estas características y expone otras, por lo que es fácil hacerse una idea del producto que se va a comprar.
Al abrir la caja se puede ver una bandeja hechas de cartón reciclado en la que van los auriculares metidos en una bolsa de plástico. Insertada en la caja hay un manual de seguridad y conformación legal, y una guía de la garantía. Al sacar estos cascos de la bolsa se puede ver que en uno de los auriculares está el adaptador USB, que es el otro método de conexión inalámbrica que permiten. Metido en la caja también hay un cable de dos metros USB tipo C a USB tipo A de color blanco, como los cascos, de plástico flexible de cierta calidad, con los conectores en color gris claro.
Estos auriculares están fabricados en plástico, y están disponibles en colores blanco y negro. Es el mismo diseño de otros modelos HS55 y la calidad de fabricación no está mal, pero dan mucha sensación de ser baratos por el diseño elegido, lo cual lastra un poco al producto, pero tampoco demasiado. Ofrecen mucha buena tecnología para los 120 euros de PVPR que tienen. La diadema lleva un acolchado forrado de cuero sintético, mientras que las copas son extensibles con una estructura de metal graduada para poder ajustar mejor la longitud.
Las copas tienen en su exterior un círculo gris con el logo de Corsair, siendo bastante amplias, por lo que nadie tendrá problemas en que la oreja quede dentro de las almohadillas. Estas incluyen viscoelástica forrada de cuero sintético. Se quitan girándolas en lugar de tirar de ellas, que no es habitual y puede llevar un tiempo darse cuenta de ello.
En general me han resultado cómodos porque además pesan solo 266 g, que para unos microauriculares no está nada mal. Permiten ajuste en dos ejes, pero las almohadillas no se ajustan excesivamente a la cabeza por lo que quedan algo holgadas por debajo. Eso hace que se escape un poco más de música de lo normal, por lo que incluso a un volumen moderado, 20-30 %, quien esté cerca va a escuchar la música. Poco prácticos para una oficina, por ejemplo, aunque no son del tipo de auriculares para moverlos fuera de casa. Se pueden usar con gafas sin problemas, y reparten bien el peso sobre la cabeza, por lo que me han parecido especialmente cómodos, aunque esto al final es subjetivo.
En la copa derecha se encuentra el botón de encendido que también sirve, dándole una breve pulsación, para cambiar entre la conexión Bluetooth y la USB inalámbrica. Hay un piloto que indica el estado de la conexión —azul conectado a Bluetooth, verde al adaptador USB—, y el botón de activación y desactivación del Bluetooth. Si se deja apretado unos segundos se empezará el emparejamiento de dispositivo.
En la copa izquierda está el micrófono plegable, silenciándose automáticamente cuando está recogido. Se puede doblar ligeramente para adaptarlo mejor a la boca. Entre los controles de esta copa se encuentra un botón de silenciar el micrófono, una rueda de volumen y también está el conector USB tipo C para recarga y para cuando haya que actualizar su firmware.
Características
Los HS55 Wireless se sitúan como unos microauriculares ligeros, de 266 g, que incluyen unos transductores de 50 mm hechos de neodimio. Tienen una respuesta en frecuencia entre los 20 y 20 000 Hz, con una impedancia de 32 ohmiso y una sensibilidad de 114 dB. Aunque favorecen los graves como es normal en un modelo para jugones, y por tanto se escuchan estupendamente en juegos, para la música también van a servir porque tienen una reproducción buena dentro de que no tienen una respuesta en frecuencia plana. Las frecuencias medias salen un pelín perjudicadas, pero no mucho.
La conexión se realiza mediante Bluetooth 5 con un alcance de 15 m. No se han cortado en ningún momento moviéndome por casa y con varias puertas cerradas entre el PC y estos auriculares. La señal es totalmente estable, y no he apreciado ningún ruido extraño mientras que los he usado. La latencia es baja, probablemente en torno a los 50 ms, porque al ver vídeo y jugar no he notado ninguna desincronización. Cuando la latencia se sitúa entre 150 y 200 ms ya se nota totalmente que hay un retardo, y eso no me ha ocurrido con estos auriculares.
HS55 Wireless de Corsair | |
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Tipo | Circumaurales cerrados |
Conexión | Bluetooth, adaptador USB |
Respuesta en frecuencia | 20 a 22 000 Hz |
Transductores | 50 mm de neodimio |
Impedancia | 32 Ω |
Sensibilidad | 114 dBm |
Audio envolvente | Sí |
Micrófono | omnidireccional plegable |
- Frecuencia | 100 a 10000 Hz |
- Impedancia | 2200 Ω |
- Sensibilidad | –41 dB |
Funciona con | Windows, macOS, PlayStation, Switch, Android, iOS |
PVPR | 119.99 euros (feb. 2023) |
Estos auriculares son compatibles con sonido sonido envolvente virtual a través de sonido Dolby 7.1. Se puede activar y desactivar directamente en iCUE, por lo que no hace falta activarlo en el propio Windows. Hace una buena labor a la hora de darle mayor profundidad a las escenas, pudiéndose localizar mejor en ciertos juegos la procedencia de disparos, explosiones o pasos.
En cuanto al micrófono en sí, es de tipo omnidireccional, pudiéndose abatir aunque no se puede retirar de los auriculares. Se silencia automáticamente al abatirlo, aunque en la copa izquierda haya también un botón para silenciarlo. Será útil para no estar todo el rato subiendo y bajando el micrófono, porque este tipo de sistema son un punto de fallo habitual en los microauriculares, y de ahí que hubiera sido interesante que el micrófono fuera desmontable. No me da tampoco la mayor sensación de calidad de fabricación, porque la serie HS55 parte de precios baratos, donde este sistema y calidad son más normales.
El micrófono tiene una respuesta en frecuencia entre los 100 y 10 000 Hz, con una impedancia de 2200 ohmios y una sensibilidad de –41 dB. Su calidad es bastante buena, no se escuchan ruidos de fondos, y las opciones del programa de configuración permiten reducir el ruido por software. El resultado es bastante bueno, y es un micrófono con el que no tendrás problema para que te entiendan bien tus compañeros de equipo.
En cuanto a la autonomía, Corsair menciona 24 horas de uso con el adaptador USB, mientras que para Bluetooth promete 37 horas. Suelo usar los auriculares a un 20-30 % del volumen máximo, en raras ocasiones un 40 %. Usándolos prácticamente todo el tiempo por Bluetooth salvo cuando he probado que funcionen bien con el adaptador, ha bajado a la mitad de la batería en unas veinte horas, que eso para mí son unos cuatro días de uso. Encaja con lo que promete Corsair, por lo que lo habitual sería tener que recargarlos una vez a la semana. El cable incluido es largo, de dos metros, y se pueden usar mientras se recargan, por lo que tampoco es que la autonomía vaya a ser un problema.
Programa de configuración
La gestión de los HS55 Wireless se hace través de iCUE. Al principio no es el programa más intuitivo que hay para configurar periféricos, pero cuando te acostumbras la cosa es distinta. Para los HS55 Wireless no es que haya muchas opciones de configuración, pero también es donde se realiza la actualización de los auriculares, que será lo primero a hacer nada más sacarlos de la caja, conectándolos por el cable USB al equipo.
El programa da la opción de instalar Broadcast de NVIDIA, al menos en mi equipo con una de sus tarjetas gráficas, que es una manera rápida y sencilla de reducir el ruido ambiente y reducir el eco de las habitaciones. Hay un deslizante para ajustarlo a los gustos del usuario. La eliminación de ruido se aplica sobre todo teniendo el micrófono abierto pero sin hablar, y consigue eliminar perfectamente el sonido ambiente, como estar tecleando en un mecánico de interruptores sonoros, aunque si se está hablando la eliminación será mayor o menor dependiendo del ajuste.
Cómodos microauriculares todoterreno
Los HS55 Wireless son una grata sorpresa para el sector de los microauriculares de entre los que he probado últimamente porque para lo que ofrecen no me parecen especialmente caros. Su PVPR es de 120 euros, aportando conectividad inalámbrica (Bluetooth, adaptador USB) ideal para (casi) cualquier plataforma, un buen sonido y un buen micrófono, siendo además unos auriculares que deberían resultar cómodos a la mayoría de los usuarios. Los he probado por si acaso en la Xbox One X, pero no funcionan.
No están exentos de alguna desventaja. Por ejemplo, su estética no me termina de convencer, al menos en este color blanco. Parecen demasiado de plástico, y el diseño tampoco es que sea una maravilla, pero estaba pensado para modelos más baratos. Además, el micrófono no es retirable, si bien las almohadillas sí pueden cambiarse, como es lo normal. En este caso, el uso de cuero sintético para la diadema en lugar de tela hará que cuando se cuartee el aspecto se deteriore y puedan molestar un poco más al llevarlos mucho tiempo.
En cuanto al sonido, en general lo he notado muy bueno. No tiene una respuesta en frecuencia plana, favoreciendo ligeramente los graves, como es normal en este tipo de microauriculares, perdiendo algo en el proceso las frecuencias medias, pero la música se escucha bastante bien para el precio y tipo de auriculares que son. La clásica Blood || Water de Grandson se escucha alcanzando graves muy bajos, aunque los más profundos se pierden un poco, si bien la canción suena bien. Le falta un poco de lustre a los graves a la hora de reproducir música si se compara con los QuietComfort 35 que uso habitualmente, pero tampoco mucho.
Otras canciones más variadas, como Du hast de Rammstein, Protect the land de System of a Down, o Dragula de Rob Zombie se escuchan francamente bien. En cuanto a otros géneros, la machacona música de baile se ve favorecida por los graves, y la música pop como Genesis de Dua Lipa se reproduce sin limitaciones aunque le falta un pelín de definición. Pero vamos, que no son unos auriculares para audiófilos, y para el común de los mortales creo que tienen una reproducción de música muy buena. Al menos a mí me han gustado mucho en este terreno.
En cuanto a su uso en juegos, el sonido envolvente es una gran adición para discernir antes de tiempo la ubicación de pasos o explosiones cercanas, que al final es por lo que muchos jugones se decantan por este tipo de sonido. El programa de configuración de Corsair añade varias características adicionales de sonido, como el Atmos, y al final me parece que es un apartado que tienen perfectamente cubierto, tanto para escuchar música como para jugar.
Está reforzado por un micrófono que graba bien la voz, y con un modo de reducción de ruido que evitará la mayor parte del traqueteo de las teclas y otros ruidos cercanos mientras no se hable si se tiene el micro abierto. Tus compañeros de equipo no se quejarán porque no te escuchen claramente, si bien siempre es recomendable activar el 'pulsar para hablar'.
Son unos microauriculares perfectos para jugar y buenos para escuchar música, con la versatilidad que les da la conectividad inalámbrica y una buena autonomía.