Análisis: Razer Blade 18 review (13950HX + RTX 4070)

El sector de los portátiles ha experimentado un gran avance gracias a las RTX 40 de movilidad de NVIDIA porque aportan un gran rendimiento a un consumo comparativamente menor que las RTX 30. Eso significa que ahora mismo hay en el mercado modelos que ofrecen un rendimiento mucho mayor con sistemas de refrigeración algo mejores que los del año pasado. Lo especial del Blade 18 de Razer, además de su atípico formato de pantalla, radica como siempre en integrar ese rendimiento con una estética en aluminio.

Videoanálisis

Inspección visual y características

Al igual que el resto de portátiles de Razer, el Blade 18 es un modelo construido en aluminio monopieza de color negro que le da un aspecto único en el sector de los portátiles. No pude negar que la inspiración son los Mac, con una estética en esa línea, pero es precisamente lo que más me gusta de ellos. Llega protegida en la caja por bolsas de plástico, junto a un pequeño cargador de tipo GaN y 280 W con un cable grueso que sale en 90 grados desde él y que tiene dos metros de longitud.

Este modelo es grande, con 400 mm × 275 mm × 21.9 mm, y es ciertamente pesado con 3.1 kg. No es de los equipos más fáciles de mover, aunque el cargador incluido añade menos de un kilo adicional. Incluye una pantalla de 45.7 cm (18 in) de tipo IPS con una resolución de 2560 × 1600 píxeles, 240 Hz de refresco y 3 ms de tiempo de respuesta. Tiene muy buena calidad de color al cubrir el 100 % de la escala DCI-P3.

La refrigeración del equipo, y lo que aporta buena parte del peso, es una cámara de vapor hecha de cobre, algo más amplia que en el Blade 17, con dos ventiladores para CPU y GPU y un tercero para mover el aire dentro del equipo. Tiene dos ranuras SO-DIMM con dos módulos de 16 GB de DDR5-5600, una ranura M.2 poblada con una unidad PCIe 4.0 ×4 de 1 TB, y otra ranura M.2 PCIe 4.0 vacía. Ambas tienen almohadillas térmicas en la tapa de aluminio para usarla de disipador y evitar la limitación térmica en su uso.

El procesador de este modelo es un Core i9-13950HX de ocho núcleos P y dieciséis núcleo E para un total de 32 hilos de ejecución. La unidad gráfica dedicada es una RTX 4070 configurada al máximo, 115 W, con un refuerzo dinámico de hasta 25 W. Es un modelo potente, equivalente a una RTX 3070 de sobremesa y por tanto da un rendimiento excelente para jugar a FHD+ aprovechando los 240 Hz de la pantalla en muchos juegos, pero también para aprovechar la resolución QHD+ de la pantalla.

En la parte superior de la pantalla hay una cámara web de 5 Mpx con infrarrojos para desbloqueo facial con Windows Hello. Es de una calidad mejorada frente a las habituales HD que incluyen la mayoría de los modelos, pero por el coste del equipo podría ser incluso mejor. No tiene tapa de privacidad o una forma de desconectarla físicamente, algo que sí tienen otros portátiles de Razer.

De momento el equipo solo se vende con la disposición estadounidense del teclado, por lo que se pierde una tecla, la que en la disposición española es la de mayor/menor, tan útil para los picacódigos. Las teclas son muy bajas, con muy poco recorrido, pero incluyendo cierta retención para evitar pulsaciones no intencionadas. Me ha costado bastantes días acostumbrarme al teclado. Cuenta con iluminación RGB configurable por tecla, y también hay iluminación en el logo de la tapa del equipo. Por el tamaño del equipo algunos echarán en falta el teclado numérico, pero en mi caso no lo necesito y prefiero que los portátiles no lo tengan.

Sobre el panel táctil, es un modelo especialmente grande, que algunos podrán agradecer, pero que también requiere tiempo para acostumbrarse a él. Es fácil hacer toques no intencionados, lo cual resulta molesto. Pero es un panel táctil que es muy preciso, muy agradable de utilizar, y con clic derecho e izquierdo integrado, desplazándose solo ligeramente al clicar.

El sistema de sonido estéreo que flanquea el teclado es un poco más especial ya que está diseñado junto a THX, una compañía que actualmente pertenece a Razer y que ha estado usando su sonido envolvente en diversos productos de audio. Es compatible con sonido envolvente 7.1, y en general el sistema de sonido suena muy bien tanto con auriculares a través del conector de 3.5 mm de cuatro polos como con los seis altavoces que incluye.

En cuanto a los conectores de los que dispone este Blade 18 de Razer, cuenta con un HDMI 2.1, tres USB 3.1, un Thunderbolt 4 —datos, carga de 100 W y vídeo DisplayPort—, un conector de carga, el de audio de 3.5 mm, un RJ-45 de 2.5 Gb/s y un lector de tarjetas SD. Es una conectividad suficientemente variada para que no haya problemas con ella en la mayoría de situaciones. Tiene además Wi-Fi 6E y Bluetooth 5.2.

Rendimiento del procesador

El procesador de este portátil es un Core i9-13950HX de arquitectura híbrida, el cual incluye ocho núcleos P (rendimiento) a 2.2-5.5 GHz y dieciséis núcleos E (eficiencia) a 1.6-4.0 GHz. En total cuenta con treintaidós hilos de ejecución, que para el tipo de equipo que es da excelentes resultados. Los Core HX son el mismo tipo de procesador que los Core de sobremesa, pero con el consumo máximo limitado.

La inclusión de 32 GB de memoria DDR5 a 5600 MHz en dos módulos de 16 GB beneficia al rendimiento general del portátil, y en algunas pruebas de rendimiento hace que quede mejor que por ejemplo el ROG Strix G18 de ASUS con el Core i9-13980HX, un equipo con DDR5-4800.

Está instalado Windows 11, que es la versión que más saca partido de esa arquitectura híbrida tanto en juegos como a la hora de poder reducir (algo) el consumo gestionando a qué tipo de núcleo va cada carga de trabajo. Habrá modelos que lleguen sin sistema operativo.

Hay una unidad gráfica integrada UHD Graphics 770 que realmente solo se va a utilizar cuando las tareas gráficas no sean especialmente exigentes. Es una unidad gráfica de apenas 0.84 TFLOPS que servirá para ahorrar energía cuando no se necesita la GPU, por ejemplo, en navegadores que no recurran a juegos 3D en ellos, en el uso de programas ofimáticos y otros que realmente no tiran de unidad gráfica. Al disponer del sistema Optimus de NVIDIA, la iGPU y GPU se irán dando el relevo de forma transparente.

Cinebench R23

AIDA64

7-ZIP

Corona 1.3

Rendimiento de la tarjeta gráfica

La RTX 4070 del Blade 18 es una Max-P y por tanto está configurada a los 115 W máximos que permite NVIDIA, con un Dynamic Boost o refuerzo dinámico de otros 25 W, aunque el equipo da margen de subida adicional de las frecuencias. Ese margen de potencia adicional está compartido con la CPU, por lo que si un juego tira mucho de procesador se lo va a restar a la tarjeta gráfica.

Incluye 8 GB de memoria GDDR6 a 16 GHz, que normalmente serán suficientes para la mayoría de juegos a FHD o QHD, aunque hay cada vez más títulos que si activas DLSS y el trazado de rayos puede superar ser insuficiente. Tendréis que estar atentos con los títulos más recientes, o el desbordamiento de memoria puede afectar muy negativamente al rendimiento, dependiendo de cuanto desborde.

En las siguientes pruebas he usado los controladores más recientes en el momento de publicar el artículo, Optimus estaba desactivado (solo GPU dedicada), RBAR también estaba activado, no tenía pantalla externa conectada, con el modo 'personalizado' de Synapse 3.0 ajustado a CPU en 'potencia' y GPU en 'alta'.

Comentario de los resultados de la GPU

El rendimiento del Blade 18 está dentro de lo esperado para un equipo con una RTX 4070 de movilidad configurada al máximo consumo (Max-P). Intercambia posiciones con el ROG Strix G18 de ASUS en las pruebas mostradas, por lo que es un rendimiento de primera línea. Que a FHD 'ultra' pueda conseguir los 88 f/s en Cyberpunk 2077 es excelente, pero el acceso a DLSS 3 hace que sea todavía mejor: prácticamente 190 f/s, lo cual aprovecha bastante bien el panel de 240 Hz.

De hecho, a QHD puede alcanzar los 119 f/s, que para los que no tengan ojo biónico lo verán superfluido. Normalmente, siempre que se pasa de 90-100 f/s, para la mayoría de jugones les parecerá que va igual de bien. En el modo 'trazado de rayos: overdrive' de la prueba de rendimiento de Cyberpunk 2077, y a QHD, alcanza los 58 f/s, por lo que es una tarjeta gráfica muy preparada para el trazado de rayos. DLSS 3 hace una buena labor en este caso, en 'rendimiento', viéndose todo nítido. De vez en cuando hay alguna cosa extraña, pero muy esporádicamente y no creo que afecte a la experiencia de juego.

Es probable que a muchos el trazado de rayos no les convenga porque cae mucho la tasa de fotogramas, pero DLSS es una buena tecnología que debería activarse en cualquier juego que la incluya. Funciona bien incluso a FHD, donde parte de una resolución menor que eso, pero reconstruye la información bastante bien aunque deja cierto difuminado que se puede apreciar en objetos muy cercanos. Al menos en el modo 'rendimiento', que es el que uso en los juegos.

Tampoco he notado en esta ocasión que haya mejora de rendimiento por usar un monitor externo, y tampoco haya pérdida por tener activado el sistema Optimus. Sí es cierto que no dan los resultados iguales, iguales, pero la diferencia es de ±1 %, por lo que cae en un margen de error tolerable. Por ejemplo, con un monitor UHD de 144 Hz, Horizon Zero Dawn arroja los mismos 127 f/s, mientras que en Shadow of the Tomb Raider se obtienen 182 f/s en lugar de 181 f/s.

Pantalla

El panel incluido en este equipo es IPS de 45.7 cm (18 in) de diagonal con una resolución de 2560 × 1600 píxeles. Este tipo de resolución 16:10 me parece superútil para trabajar, incluido para diseño gráfico, y por potencia es un equipo que está plenamente capacitado para ello. El refresco es de 240 Hz, que no siempre lo aprovechará la RTX 4070 incluida, sobre todo en juegos recientes —y con trazado de rayos no la aprovechará nada de nada—, y tiene un tiempo de respuesta de 3 ms.

Cubre el 100 % de la escala de color DCI-P3, por lo tanto está más capacitada para consumo de vídeo y para creación de vídeos, por lo que los videógrafos estarán encantados con este equipo. Para otros tipos de contenidos no es tan excepcional, pero es igualmente válida. Si se quiere hacer diseño gráfico, sobre todo diseño web, se precisará calibrarla adecuadamente a la escala de color sRGB, y si se quiere para retoque fotográfico se hará lo propio para la Adobe RGB. Como DCI-P3 engloba la escala de color sRGB, no habrá problemas en esa calibración, pero es más complicado calibrarla adecuadamente para la Adobe RGB si el panel no está preparado para ello.

El panel es compatible con imágenes de alto rango dinámico (HDR), pero solo para retransmisión de vídeos. Es un seudo-HDR que nunca tengo claro si realmente funciona o no, aunque Windows dice que sí, que está habilitado. Alcanza unos 500 nits de brillo máximo medido con un calibrador i1 Display de X-Rite, con un mínimo sobre los 17 nits. La homogeneidad del panel no está mal, aunque varía mucho entre modelos por una infinidad de motivos, incluidos el transporte o almacenamiento. En este caso hay una mayor diferencia entre la parte inferior y el resto del panel, aunque suele ser habitual.

Este modelo también dispone de refresco adaptable G-SYNC, que siempre es una buena combinación con cualquier pantalla, aunque tiene más efecto práctico cuando los juegos van a menos de 100 f/s que por encima. Siendo un modelo con una tarjeta gráfica potente que puede usarse para trazado de rayos, y eso puede desplomar el rendimiento a 60 f/s o menos, la adición de G-SYNC es bien recibida.

Almacenamiento

Este portátil incluye una unidad de estado sólido CA6-8D1024 de SSSTC, una subsidiaria de Kioxia, antigua Toshiba Memory. Es un modelo para fabricantes de equipos originales (OEM), pero de alto rendimiento. Cuenta con una capacidad de 1 TB y una conexión PCIe 4.0 ×4. Alcanza los 6800/4800 MB/s de lectura/escritura aleatoria y los 500 kIOPS de lectura/escritura aleatoria.

En una prueba como CrystalDiskMark 8 se puede comprobar que alcanza los 6880/4790 MB/s de lectura/escritura secuencial y los 64/275 MB/s de lectura/escritura aleatoria (archivos de un tamaño de 4 kB). Son valores muy buenos para una unidad de este tipo, aunque en un uso real en el que haya lectura y escritura simultánea el resultado será bastante menor. Pero incluso en ese escenario dará un gran rendimiento.

Sobre el lector de tarjetas SD, da sobre los 200 MB/s de lectura/escritura secuencial por el tipo que es, UHS-II. Es siempre un buen añadido para profesionales, porque al final suele ser bastante más rápido pasar vídeos y fotografías desde una SD a través de un lector que por un puerto USB 3.0. Según el programa, bastante más rápido.

Programa de configuración

La configuración del Blade 18 se hace a través de Synapse 3.0, como no podía ser de otra forma ya que es el programa de configuración de todos los productos de Razer. La primera ventana permite la configuración del teclado, por ejemplo activar el modo 'juego' para desactivar ciertos atajos de Windows, o asignar a una tecla el modo alternativo Hypershift.

La pestaña más importante es la de rendimiento, donde hay tres modos básicos de operación: 'equilibrado', que limita la GPU a los 100 W; 'silencioso', que la limita a 90 W; y 'Personalizar', en la que se puede poner hasta a 115 W, pero también permite ajustar el consumo de la CPU. Por el tipo de GPU que es, potente con una alta tasa de fotogramas, si se baja el consumo de la CPU limitará el rendimiento de la GPU.

En otra pestaña se puede cambiar rápidamente algunos parámetros de la pantalla, entre los valores de 60 Hz, 119 Hz, 120 Hz y 240 Hz. Da la opción de limitar el refresco cuando funcione con batería, ya que un mayor refresco provoca un mayor consumo. Además de permitir ajustar un uso optimizado de la batería —no cargarla a más del 80 %— para alargar su vida útil, se puede personalizar la iluminación del teclado y el logo de la tapa, con diversos ajustes en función de si funciona con batería o está enchufado.

La única pega que le veo es que el cambio entre los modos de funcionamiento de GPU dedicada y cambio dinámico de GPU e iGPU se hace desde el Panel de control de NVIDIA. En el programa se pone un enlace directo para abrirlo y cambiarlo allí, pero resulta poco práctico. También se puede cambiar entre estos modos directamente desde el BIOS, que habrá que mantener actualizado.

Autonomía

En cuanto a la autonomía, los 92 Wh de batería que incluye el portátil está en la parte alta de lo esperable en un equipo de sus características. Cuando se desconecta de la corriente el equipo pasa a un estado de bajo rendimiento que favorece la duración de su batería, pero no es el procesador ni la tarjeta gráfica de menor consumo, ni siquiera en reposo, cuando puede consumir sobre los 20-25 W. Un poco alto frente a otros equipos de similares caracerísticas.

Si se está jugando, la limitación de la GPU a unos 30 W hace que el equipo completo consuma sobre los 80-100 W, por lo que la batería da para un par de horas de uso, o menos. Si se hacen tareas normales, como navegar por internet, reproducir vídeos o usar hojas de Excel, puede durar cuatro o cinco horas, que es una cantidad bastante normalita, tirando a pobre, pero por el tipo de equipo que es tampoco se podía esperar que fuera mucho mejor.

El cargador proporcionado por Razer es de 280 W, o 19.5 V y 14.36 A. Tiene un tamaño bastante comedido para su potencia, sobre los 800 g con un tamaño de 70 mm × 165 mm × 25 mm. Tiene una toma C14 en un lado, y sale en 90 grados un cable de unos dos metros de longitud que va hasta un conector en el portátil de formato propietario de Razer. También se proporciona el típico cable del C14 a un Schuko para el enchufe.

Ese cargador incluye componentes de tipo GaN (nitruro de galio) que es un componente que permite crear componentes más pequeños, ligeros y con menos pérdidas, lo cual genera menos calor. Al usar el equipo durante largo tiempo en carga completa, sobre los 225 W jugando, se calienta bastante menos que los cargadores normales de otros portátiles similares.

El tiempo de carga desde cero es de en torno a hora y media. Para los que trabajen con el equipo fuera de casa, el conector Thunderbolt 4 es compatible con datos y vídeo pero también con carga de 100 W. Es más que suficiente para mantener alimentado al equipo incluso haciendo un poco de trabajo pesado, como alguna edición de Photoshop, compilación de un proyecto de Android, o cosas similares que tiren principalmente de CPU.

Temperaturas, consumo y ruido

Este equipo incluye un sistema de refrigeración avanzado para permitir una alta disipación de calor y un grosor pequeño del portátil. Eso son unos 2 cm, cuando los modelos de la competencia se sitúa por encima de los 3 cm. Para ello la compañía recurre a una cámara de vapor bastante grande, que ocupa la parte central del portátil. Acompañándola hay dos ventiladores, uno a cada lado, y un tercer ventilador más pequeño en la parte inferior que está orientado a mover el aire dentro del equipo para evitar su acumulación.

La expulsión del calor se hace por la parte de atrás del equipo, contando con rejillas en la entrada de aire de los tres ventiladores, así como unas patas de goma que alzan algo más el equipo respecto a la superficie en que se deje. No hacen mal trabajo en ello, además de que evitan que se mueva fácilmente.

Probablemente lo mejor de este equipo es que realmente es silencioso cuando no se está jugando. Los ventiladores se paran totalmente, o si se activan en caso de estar navegador o viendo algún vídeo, el ruido se sitúa por debajo de los 30 dB, sin absolutamente ningún tipo de componente aguda. Solo se nota el sonido del aire moviéndolo, pero no molesta y la mayor parte del tiempo pasará desapercibido. En cuanto se tenga algo de música, por baja que se tenga, tapará totalmente ese ruido.

Uso de la GPU

En cuanto al consumo de la GPU, he probado los tres ajustes de Synapse 3.0, viendo además el rendimiento que da cada uno. Tomando de ejemplo los resultados de Horizon Zero Dawn, en 'personalizado' al máximo, se obtienen 127 f/s con un consumo de 230 W y un ruido de 53 dB. Si se pasa al modo 'equilibrado', el rendimiento es de 116 f/s, un 8.5 % menos pero el ruido cae a los 43 dB, una caída muy alta del ruido.

Cuando se pasa al modo 'silencioso', el rendimiento es de 93 f/s con un consumo de 140 W y un ruido sobre los 36 dB, que es otra vez una caída muy importante respecto al modo 'equilibrado', por aquello de que es una escala logarítmica. En la siguiente gráfica, en la parte de la derecha se puede ver el consumo de estos tres modos. El pico del modo 'personalizado' corresponde a la tau del procesador, un tiempo durante el cual el consumo se dispara, pero que tras ello cae a un nivel normal. Ese pico es de 256 W, pero no va a ser lo normal en juegos.

El consumo de la GPU en estos modos se sitúa en los siguientes niveles: 'personalizado', 90-105 W; 'equilibrado', 75-90 W; 'silencioso', 65-80 W. Es lo normal en cualquier juegue que se pruebe, con algunas excepciones, o combinaciones de DLSS o trazado de rayos que pueda hacer que en algún momento roce los 110 W. La activación de DLSS hará que suban los fotogramas escupidos por la GPU, y son más a procesador por la CPU, que consumirá algo más. Pero lo habitual es que más bien flote en torno a los 100 W, lejos de los 140 W de consumo máximo de GPU que tiene el equipo.

La única forma de conseguir esos 140 W de consumo es con programas que tiran sobre todo de GPU y nada de CPU. Por ejemplo, Furmark, que sí se puede conseguir prácticamente ese consumo de 140 W, que corresponden a los 115 W de la GPU y los 25 W adicionales del refuerzo dinámico al consumir muy poco la CPU durante la prueba. Así que, al menos en juegos, ese Dynamic Boost realmente no sirve de gran cosa en este portátil.

Temperaturas

Cuando se usa solo la CPU en alguna prueba de rendimiento, puede alcanzar los 99 ºC, o quedarse bastante cerca. Por ejemplo, en Cinebench R23. En juegos como Cyberpunk 2077, muy exigentes en este apartado, también puede tener una alta temperatura. Incluso puede topar en los 100 ºC, aunque lo normal es que ronde los 90 ºC. Por ejemplo, cuando se tiene el modo 'trazado de rayos: overdrive' activado con DLSS 3 y generación de fotogramas de DLSS.

Teniendo en cuenta la eficiencia energética de las litografías usadas para el procesador y tarjeta gráfica, las temperaturas no son un problema para las refrigeraciones de los actuales portátiles. Se puede ver que la prueba de estrés de 3DMark la supera sin sobresaltos. Es muy estable en cuanto a las temperaturas, manteniéndose en torno a los 72 ºC, tanto la CPU como la GPU. En juegos la temperatura de la CPU suele variar más según el título, pudiendo llegar a unos 80 ºC, pero la GPU se suele mantener sobre los 69 ºC.

En cuanto a la concentración de calor en la carcasa del Blade 18, los ventiladores que lleva incluidos y la cámara de vapor evitan que se acumule en la zona del teclado. Las zonas derecha e izquierda del teclado no suelen estar a más de 35 ºC con una temperatura ambiente de 25 ºC, mientras que la parte central puede estar un par de grados por encima de ello. O sea, las zonas de cursores y WASD están incluso frescas la mayor parte del tiempo que se pase jugando.

Potente portátil de diseño elegante

Este Blade 18 es una gran adición al catálogo de portátiles de Razer, ya que ese tamaño extra de pantalla frente a los de 17.3 pulgadas puede saber a poco pero conforma unos equipos más interesantes. Sobre todo por su relación de aspecto 16:10, que es el motivo de ese tamaño atípico, que empezará ser en breve un tamaño normal.

La pantalla es estupenda, con una gran calidad de colores, una gran resolución y refresco, que en ciertos juegos se podrá aprovechar los 240 Hz que tiene, aunque tampoco sea algo fundamental. Puede valer de sobra para uso profesional, tanto de edición de vídeos como diseño gráfico. No tiene HDR para jugar, pero sí puede reproducir vídeos por retransmisión en HDR, que algo es mejor que nada. Pero por el precio de 3700 euros de este portátil ya se podría haber incluido una pantalla con HDR real.

El rendimiento es excelente. La parte de CPU será ideal para los profesionales, pero es mucho procesador para jugar, y eso hace que consuma más de lo que me gustaría. Pero la GPU, una RTX 4070 configurada al máximo, es excelente. Es algo así como tener una RTX 3070 de sobremesa metida en un portátil, y con acceso a la generación de fotogramas de DLSS 3, o interpolación de fotogramas. Eso es un empujón importante de rendimiento, sobre todo al activar el trazado de rayos en los juegos.

Alguna de las pegas tienen que ver con su formato, más allá del tema del precio, que resulta un bastante elevado para llevar una RTX 4070. A pesar de ser delgado, solo 2 cm de grosor, y estar hecho de aluminio, resulta un equipo pesado con sus 3.1 kg. El tema del ruido podría ser algo mejor, aunque los ventiladores incluidos cuando funcionan al máximo no resultan molestos. Es como los ventiladores que usa Apple en los MacBook Pro, aunque incluyen una ligera componente aguda, aunque muy tolerable si se juega con CPU y GPU al máximo.

He tardado varios días en acostumbrarme al teclado, porque dista bastante de ser el mejor que he probado. Al ser las teclas tan bajas que casi no se diferencia la posición de unas y otras, he cometido muchos fallos al principio, y tras un par de semanas de usarlo incluso los cometo ahora mismo. Requiere de cierta aclimatación, porque además el equipo solo se vende con el teclado con la disposición estadounidense.

Pero en general el Blade 18 de Razer es un gran portátil para jugones, caro, pero lo compensa con un estupendo diseño y una buena refrigeración para el equipo que es. Con tarjetas gráficas como la RTX 4070 de movilidad, cualquiera puede sustituir sus sobremesa por un portátil sin tener que echar la mirada atrás.