AMD no está pasando por un buen momento debido al desplome de ventas de sus procesadores Ryzen con motivo del hundimiento de la demanda en el sector consumo y la fuerte competencia de Intel en precios. Sin embargo, la compra de Xilinx ha vuelto a ser el salvavidas para la compañía para evitar un trimestre desastroso. Los ingresos del segundo trimestre fueron de 5359 millones de dólares, una caída del 18 %, mientras que ha generado una pérdida de 20 millones de dólares, que no es gran cosa, y supone una mejora respecto a los 172 M$ perdidos en el T1 2023.
El margen bruto se ha mantenido en el 46 %, ligeramente por encima del 45 % que Lisa Su, la directora ejecutiva de AMD, siempre ha dicho que necesitan para no tener pérdidas. Lo decía hace unos años cuando trimestre a trimestre perdían dinero, antes del lanzamiento de los Ryzen que les devolvió por la senda de los benefis.
Si se mira por división, la de Centros de Datos ha visto caer un 11 % sus ingresos hasta los 1321 M$ con unos beneficios de 147 M$. La de Cliente, que engloba principalmente los Ryzen, ha ingresos solo 998 M$, un desplome del 54 %, generando 69 M$ de pérdidas. Los Ryzen ya no están de moda. La división de Juegos ha generado 1581 M$, una caída del 4 %, que son los chips para las consolas Xbox y PlayStation, la cual ha generado unos beneficios de 225 M$.
Por último, la división de Embebidos, que normalmente generaba sobre los 150 M$, en este trimestre gracias a contabilizar a Xilinx ha generado 1459 M$ y es lo que ha evitado un desastre. AMD ya contabilizó a Xilinx en el T2 2022, por lo que la mejora ha sido de un 7%. Los beneficios son de 757 M$, para compensar las pérdidas y falta de fuelle del resto de divisiones.