Intel está atravesando la mala racha de muchas empresas por el desplome del consumo por la coyuntura económica, pero los recortes que ha estado haciendo en los últimos meses empiezan a surtir efecto junto con una ligera recuperación de la demanda. Eso ha hecho que los ingresos de la compañía durante el segundo trimestre hayan ascendido a los 12 900 millones de dólares, un 15 % menos que el mismo trimestre de 2022, mientras que los beneficios han sido de 1500 M$ frente a las pérdidas de 500 M$ de hace un año.
El margen bruto de la compañía se ha situado en el 35.8 %, que es una ligera bajada de 0.7 puntos porcentuales. Las distintas unidades de negocio de la compañía han ido mejor de lo esperado, pero aun así no es como para tirar cohetes. La de Computación de Cliente ha ingresado 6800 M$, un 12 % menos. La de Centros de Datos e IA le ha generado 4000 M$, un 15 % menos. La de Red y Frontera ha llegado a los 1400 M$ o un 38 % menos. La de Mobileye se mantiene en los 454 M$.
Mención especial merece Intel Foundry Services, que funciona de manera separada para poder ser una verdadera fundición. Sus ingresos han sido de 232 M$, lo que supone un aumento del 307 %. Implica que ya empieza a trabajar en los diseños de sus clientes, y que estos ya están invirtiendo cada vez más en los contratos. En el primer trimestre de este año sus ingresos fueron de unos 115 M$.