Las sanciones que han estado poniendo EUA a China, de las que su presidente Joe Biden es un firme defensor, se van a ir volviendo en su contra poco a poco. Es evidente que si haces que China deje de tener acceso a la produción externa de chips tendrá que aumentar la producción interna, y eso es lo que lleva haciendo los últimos años. El aumento de producción de chips con procesos litográficos maduros, como los de 28 nm hacia arriba, está suscitando preocupación en EUA y en la Unión Europea.
El problema es que si China sigue aumentando su producción de chips, y no es solo para autoconsumo, puede inundar el mercado global con chips más baratos que saquen del negocio a las compañías estadounidenses, eurounionistas y demás. Lo cual no son buenas noticias, y se convertiría en un tiro en el pie de Biden, que no es que se pueda mantener ya mucho de pie como para que le preocupara.
De hecho, se espera que China duplique su producción de obleas con estos procesos hasta las 2.76 M anuales en 2026 desde las 1.16 M actuales. Occidente podría depender de los chips chinos, lo cual está llevando a que EAU se plantee sanciones a la compra de equipamiento litográfico para procesos maduros y no solo el usado para chips punteros.
Ha sido el Gobierno chino el que ha aumentado notablemente los subdidios a sus empresas para que aumenten todo lo que puedan su producción con litografías maduras, más allá incluso de lo indicado en el plan Hecho en China 2025. Los procesadores como los de Intel o Qualcomm son solo una pequeña parte de todos los que se producen en el mundo. China se está centrando con esos procesos en los de gestión de energía, comunicaciones, EEPROM, audio, sensores, seguridad y un largo etcétera que no necesitan de los procesos más punteros para su fabricación. Es que pensar que China se va a cruzar de brazos mientras recibe sanciones de EUA es de tener una mentalidad cortoplazista.
Vía: Tom's Hardware.