Muchos consideran que el primer año de Elon Musk al frente de Twitter ha sido desastroso. Muchos baticinaron el hundimiento de la compañía y su desaparición, pero a punto de cumplirse un año al frente de la misma la situación es bastante distinta. El problema real para valorar el estado de la compañía es que ahora es una empresa privada en lugar de ser una de cotización pública por lo que no tiene que rendir cuentas ante nadie. Pero incluso los analistas detractores no han conseguido extraer los malos datos de gestión que querían de X, antigua Twitter, el estúpido nombre que le ha puesto Musk a su red de microblogueo.

Teniendo en cuenta que todos pronosticaban que, aparentemente, todo el mundo se iría a Mastodon, Threads u otras alternativas por el asalto de Musk a Twitter, la cosa es que la compañía habría perdido un 3.7 % de sus usuarios activos diarios en el último año hasta situarse en los 245 millones. Otros analistas dicen que habría perdido hasta un 9 %, por lo que hay cifras para todos los gustos.

Son cifras interanuales, 2023 frente a 2022, por lo que tampoco es un mal dato. Por ejemplo, Twitter tenía en 2019 uno 312 millones de usuarios anuales y en 2022 llegó a un máximo de 401 millones, un aumento por la pandemia de la covid-19 que obviamente tiene que volver a bajar. Si solo ha perdido un diez por ciento de los usuarios, todavía estaría manteniendo una ganancia neta 2019-2023.

La caída de usuarios está muy lejos del hundimiento que se pronosticaba. La altenativa de Zuckerberg llamada Threads se ha hundido y casi desaparecido desde su lanzamiento, por lo que en parte el problema es que Twitter —me niego a llamarlo X— no tiene una alternativa real para que los malos augurios con Twitter se puedan hacer realidad.

Los usuarios activos estarían pasando menos tiempo en Twitter, lo cual es malo para los ingresos, pero que tiene consecuencias positivas de cara a los usuarios. Gran parte o todo ese menos tiempo que pasan es porque hay menos polémicas en los comentarios. Si ese «5 %» menos de usuarios eran activistas de izquierdas lanzando mensajes controvertidos y ahora se han ido de Twitter, generan menos respuestas de los usuarios y van a pasar menos tiempo en Twitter. Por lo que ese tiempo se traduce en menos mala sangre dentro de la red de microblogueo, pero también en menos ingresos.

Otros datos apuntan a que hay en torno a un 15 % menos de tráfico a twitter.com y los servidores de anuncios de la compañía. Esa es la parte que puede dar problemas a la compañía porque implican menos ingresos. Tras la campaña difamatoria contra Twitter sobre que habían aumentado mucho los discursos de odio, no ha habido nadie que haya podido demostrarlo con ejemplos concretos. Pero eso hizo que salieran muchos anunciantes que poco a poco están volviendo.

Linda Yaccarino, directora ejecutiva de la compañía, ha dicho que el 90 % de los principales cien anunciantes en Twitter han regresado en los últimos doce meses. También ha indicado que la compañía va a volver a tener beneficios a principios de 2024 después de los ajustes internos realizados, dejando atrás los cientos de millones de pérdidas generadas entre 2020 y 2022. Aun así, hay muchas empresas con grandes niveles de gasto en publicidad que siguen sin volver a Twitter, y sería donde realmente está el problema.

Por pequeñas que sean las inversiones que hagan, muchas veces compensa tener mil anunciantes que hagan pocas inversiones que un centenar que hagan grandes inversiones. Pero como la compañía es privada, hay que guiarse por los comentarios de la firmas de estudios de mercado. Estas aseguran que los ingresos de la compañía habrían caído más de un 30 %, en algunas regiones incluso más del cincuenta por ciento como por ejemplo EUA, que a la postre es donde los anuncios se venden más caros, por lo que la caída de ingresos podría ser más próxima al 40 %. Pero siendo una empresa, lo que prima es generar beneficios, que en esta situación suele pasar por eliminar todo el gasto superfluo y para dejar a la empresa con lo básico antes de empezar a aumentar los ingresos de nuevo.

El próximo año va a ser determinante para saber qué futuro le espera a Twitter, aunque Yaccarino fue fichada precisamente para mejorar la relación con publicistas y empresas. Algo ha conseguido en estos meses en los que está al mando. Puesto que la dirección técnica sigue en manos de Musk, la idea que tiene es convertir a Twitter en una aplicación para todo. Ha añadido videollamadas y tiene previsto convertirla en un método de pago para finales de 2024.

Vía: Ars Technica.