Corsair ha anunciado el teclado K55 Core, un básico como su nombre indica, ya que es de los más baratos dentro de su catálogo. Recurre para ello a interruptores de membrana, aunque mantiene un buen nivel de iluminación RGB configurable en diez zonas, y además es un teclado a prueba de derrames de líquidos, hasta cierto punto. Se conecta mediante un cable de 1.82 m con una toma USB 2.0.
El teclado mide 451.3 mm × 141.15 mm × 35 mm y pesa 752 g. Es suficientemente bajo como para que no sea necesario un reposamuñecas. El teclado incluye en su parte superior derecha una serie de botones multimedia, y en el bloque principal hay tecla FN para atajos adicionales de control de brillo, iluminación, etc. Se puede configurar igualmente a través de iCUE.
Su precio es de 50 euros.