No tengo muy claro cómo va a terminar esto de la «revolución de la inteligencia artificial», porque en toda revolución siempre hay ganadores, perdedores y gente que se queda por el camino. Pero si en 2023 el sector pisó el acelerador, hay compañías que creen que no lo han pisado lo suficiente. El principal problema que hay es la sobredemanda de chips para IA, generalmente de NVIDIA, pero también se están produciendo infinidad de chips específicos para ciertos modelos de lenguaje u otros. Ahora el fundador de TSMC ha dicho que siguen recibiendo peticiones para aumentar enormemente su producción de chips.
Ha incidido en el hecho de que le están pidiendo que construya fábricas nuevas y no meramente más obleas o nuevas líneas de producción. «Hablan de fábricas: "necesitamos fábricas, tres, cinco diez fábricas". Casi no puedo ni creerlo». Ante el vicio de pedir está la virtud de no dar, porque en realidad esto no depende solo de TSMC, sino también de ASML, las compañías que producen las obleas, los fotolitos, los líquidos usados en la producción de obleas, etc.
TSMC puede tener sobredemanda, pero expandir su producción no es algo tan sencillo como parece. Morris Chang cree que la demanda de chips de IA se asentará entre decenas de miles de obleas y la producción de decenas de fábricas, en tono jocoso. Es complicado saber cómo evolucionará el sector de los chips para IA en la situación actual de sobredemanda, en la que NVIDIA tiene una cola de pedidos de seis meses.
Vía: Tom's Hardware.