Microsoft impuso con Windows 10 varias restricciones a su instalación, pero con Windows 11 añadió la necesidad de que el equipo dispusiera de un módulo de plataforma segura (TPM). Es algo que Microsoft llevaba demandando a los fabricantes de equipos originales desde 2016, pero no en todos los casos, por lo que la transición ha sido más o menos adecuada. Sin embargo, había un fácil truco para evitar las comprobaciones de componentes instalados en el equipo, pero ahora Microsoft lo ha eliminado de la última compilación beta del sistema operativo.

El truco era algo tan fácil como escribir en línea de comandos «setup.exe /product server» por lo que al ser supuestamente para uso de servidor no se realizaba la comprobación de TPM y otros. Lo cual resulta raro, pero bueno, es para maximizar su instalación a nivel empresarial. Esto se añade a la imposición de que no se pueda instalar Windows 11, o al menos las versiones más recientes, en equipos cuyos procesadores no tengan las instrucciones SSE4.2, lo cual deja muy poquitos PC en uso fuera de Windows 11. Este truco y otras exigencias para la actualización 24H2 no tardarán mucho en salir de la beta en que están.

Vía: TechSpot.