Para aquellos que están cansados de los teclados mecánicos pueden empezar a plantearse probar los magnéticos, aunque ahora está más de moda decir «de efecto Hall». Son bastante más versátiles porque se puede configurar el punto de actuación, e incluso en modelos como el K70 Pro TKL de Corsair puede tener dos acciones por tecla que se activarán en función de lo mucho o poco que se pulsen. Eso, junto a otras características que tiene, abre nuevas experiencias de juego, aunque la novedad sea también cara.

Desembalado

El K70 Pro TKL llega en la habitual caja amarilla y negra que usa Corsair para sus productos, aunque en esta ocasión es algo más pequeña incluso para el tipo de producto que es, aunque más gruesa. En la portada deja clara la inclusión de interruptores mecánicos, que funciona para PC y consolas, y la función de acción rápida de los interruptores. En la parte trasera describe algunas características más, también relacionadas con su construcción.

Al abrir la caja se ve en el interior de la tapa el código QR para accer al manual, así como los manuales de garantía y de conformación legal. El teclado llega envuelto en un papel, por aquello de prescindir al máximo del plástico lo cual me parece lo correcto —incluso el reciclado hay que evitarlo—, y en la parte derecha está el cable USB tipo C a USB tipo A para usarlo. A pesar del PVPR de 180 euros, bastante alto, no es inalámbrico. Debajo del teclado está el reposamuñecas también envuelto en un papel.

El teclado es un compacto, tipo TKL (sin teclado numérico), y no es especialmente grande ni pesado, aunque me lo esperaba más ligero porque no incluye batería al usarse con cable. Lo que sí se puede apreciar es que las teclas son un poco más altas de lo habitual, lo cual hace que la rueda de volumen que se incluye en la parte superior derecha sea especialmente alta, bastante más que la del K65 Plus Wireless de la compañía de diseño similar. Me gusta menos y se me hace un poco rara, aunque su funcionamiento es perfecto y da muy buena sensación de uso.

Al lado tiene un par de teclas multimedia de plástico transparente con un diseño que parece barato, sobre todo al verlas iluminadas. La de la izquierda sirve para activar el modo juego que pone la iluminación toda en roja y desactiva la tecla Windows, entre otras cosas configurables, y la otra es de reproducción. La rueda tiene clic para silenciar rápidamente, y se puede usar para otras acciones, no solo para controlar la música. La iluminación es RGB configurable por tecla y con efectos avanzados de iluminación, todo modificable desde iCUE.

El aspecto general del teclado es en realidad bueno, sin destacar, con una estructura de plástico y una plancha superior de aluminio. No es especialmente alto y se podría usar sin problemas sin el reposamuñecas incluido. De hecho es algo más bajo en realidad que el K65 Plus Wireless, que es el que suelo usar a diario con el PC con Windows. En el interior hay dos capas de espuma para amortiguar ruidos indeseados, aunque el sonido de aporrear las propias teclas no lo va a eliminar, y es un sonido más alto que el de los MLX del K65 Plus Wireless. O sea, normalmente este tipo de teclados no son silenciosos salvo que integren interruptores específicamente diseñados para serlo, absorbiendo hasta el sonido del traqueteo de teclas.

La sensación de tecleo de los interruptores MGX Hyperdrive incluidos es excelente, que es la segunda generación MGX. La primera vez que los usé se me hicieron muy gratos, teniendo en cuenta que acababa de dejar de escribir con el teclado mecánico. Con el tiempo he ido notando que los MGX me agradan más para escribir. No sabría decir exactamente por qué, aunque podría ser que noto bastante menos la retención hacia el final de la pulsación y eso hace que me guste más para escribir, al menos con mi forma de escribir.

En la parte posterior tiene un puerto USB tipo C para el cable, el cual tiene 1.8 m de longitud y está forrado de goma. Es un cambio de tendencia actualmente porque están dejando atrás el forrado de tela trenzada que da una mayor sensación de calidad, aunque probablemente lo hagan por recortar en un elemento que tampoco es realmente importante en un teclado.

En la parte inferior hay unas patas desplegables para alzar un poco el teclado, y es lo que he hecho para sentirme más cómodo utilizándolo. No he necesitado realmente el reposamuñecas, que también tiene una buena fabricación, siendo de fijación magnética, con viscoelástica recubierta de cuero sintético. Es muy cómodo, se mantiene bien fijo si se mueve el teclado arriba y abajo de la mesa, pero se puede soltar fácilmente si se mueve el teclado de derecha a izquierda.

Características

El teclado tiene un tamaño de 366 mm × 135 mm × 39.8 mm y un peso de 967 g, que cae dentro de lo normal. La conexión con el PC o consola es por un USB con sondeo de hasta 8000 Hz, que es algo buscado por jugones competitivos, pero que para muchos les será complicado notar la diferencia respecto a los 1000 Hz. Quizás se note que el teclado responde mínimamente más rápido al pulsar las teclas, pero a mí me resulta imposible notarlo.

Los interruptores magnéticos MGX Hyperdrive, o de efecto Hall por usar el término de moda que usa la propia Corsair, están prelubricados. Es la segunda generación, con un punto de actuación configurable entre los 0.1 mm y los 4.0 mm. Se pueden configurar dos puntos de actuación distintos por tecla. También son interruptores más duraderos, con una vida útil de 150 millones de pulsaciones.

K70 Pro TKL de Corsair
Dimensiones366 mm × 135 mm × 39.8 mm
Peso967 g
Conexióncable USB retirable
Cable1.8 m, forrado de goma
Interruptoresmagnéticos MGX Hyperdrive de Corsair (efecto Hall)
Muestreo8000 Hz
Teclas multimediarueda de volumen, botón de reproducir
Detección individual de teclascompleta
ExtrasRGB por tecla, reposamuñecas
PVPR179.99 euros

Las teclas son de tipo ABS pintadas en el modelo recibido, aunque se vende también con ABS de doble inyección, y PBT de doble inuyección, que serán más duraderas que estas. El vástago que usan es el habitual en cruz, por lo que se pueden cambiar fácilmente por otras teclas que se compren. Los interruptores están soldados a la PCB, lo cual resulta extraño para su precio, pero en realidad es un requisito por el sensor de efecto Hall que tienen debajo y que es lo que sube bastante el precio del teclado. Al ser ABS pintadas se puede notar la inscripción de las teclas al pasar el dedo. La estabilidad de estas teclas es estándar, con solo un ligero bamboleo.

Programa de configuración

El programa de configuración de los productos de Corsair es iCUE, al que de vez en cuando la compañía va haciendo mejoras, pero su estructura sigue prácticamente igual desde hace algún año que otro. Hace relativamente poco cambiaron la forma de guardar los perfiles de uso en memoria, y poco más. Desde aquí se controlan todos sus dispositivos, lo cual incluye la actualización de firmware que puedan necesitar. La configuración del teclado se centra en un menú en el lateral izquierdo, más un engranaje para acceder a otras opciones.

Entre esas opciones están las particularidades del modo juego que se activa al pulsar la tecla específica para ello en el teclado. Cuando se activa se puede cambiar el muestreo del puerto USB (o «sondeo»), el bloqueo de la tecla Windows, el color estático aplicado a todo el teclado, el brillo, o una opción de 'gatillo rápida' que establece el punto de actuación de todo el teclado a solo 0.1 mm.

Luego están las entradas para configurar la iluminación, las asignaciones de las teclas, u otras opciones, aunque quiero hablar un poco más de dos apartados. El del 'Selector de control' es para la rueda de volumen, que también tiene otros usos posibles, como controlar el brillo de la iluminación, o control de desplazamiento horizontal o vertical.

El apartado importante es el de 'Acciones de las teclas', porque es donde se configuran los interruptores magnéticos. Aquí se modificar el punto de actuación, se puede añadir un segundo punto de actuación, pero también se puede cambiar el punto de reinicio tras la pulsación, o una diferenciación entre la acción de pulsar y la de soltar la tecla. Es todo muy configurable, con la posibilidad de crear grupos de teclas con las mismas opciones. Esto llevará tiempo hacerse con ello y configurarlo del todo.

Si se prefiere no tener iCUE instalado después de configurar, se perderán bastantes opciones configuradas, pero hay cinco perfiles de memoria en los que guardar esa configuración.

Conclusión

El problema de teclados como el K70 Pro TKL es que para que compense la inversión hay que estar dispuesto a pasarse tiempo explorando la forma de aprovechar al máximo sus características. En este caso hay que pensar cómo sacar provecho de los interruptores magnéticos, con su punto de actuación configurable. O puntos, por los dos que se pueden establecer, o el punto de reinicio configurable. La inversión de 180 euros en el teclado hay que amortizarla, o habría teclados más baratos de buena calidad si se va a usar como un simple teclado mecánico.

La calidad de los interruptores es muy alta, y teniendo en cuenta la mayor vida útil puede ser un teclado que se use durante una década. El problema son las teclas, que son ABS y pintadas, por lo que en un espacio de tiempo relativamente corto de un año podría empezar a levantase la pintura y al final en dos o tres años podría ser necesario cambiar las teclas. Con el tiempo perderán su acabado mate para irse volviendo más suaves y brillantes, que personalmente no me molesta. Pero las teclas en sí, como usan un formato estándar, se pueden sustituir con poco coste por otras, o cambiar las de mayor uso directamente por PBT (WASD, espacio), que suele ser una solución bastante más práctica.

También es de buena calidad la fabricación del teclado, con su plancha de aluminio y las capas de amortiguación que incluye, o los interruptores prelubricados. Acompaña más que bien el reposamuñecas magnético, cómodo de usar para los que busquen una mejor posición para sus muñecas. La iluminación RGB por tecla es de alto brillo, aunque no me termine de gustar la iluminación de los dos botones especiales que acompañan a la rueda. O sea, es un teclado con muy buenas características, que agradará a cualquier jugón, pero que al final insisto en que solo será una buena compra si se tiene el tiempo de configurar adecuadamente los interruptores magnéticos.