Los periféricos de Apple son la principal opción para muchos cuando cambian de Windows a macOS por caer totalmente en el ecosistema de la manzana mordida, aunque su compra no sea necearia. La calidad de sus productos es alta, pero hay que acostumbrarse a sus particularidades. El ratón me parece por lo general totalmente prescindible, el panel táctil sí es interesante, aunque lo que realmente me gusta es el teclado, su Magic Keyboard, sobre todo después de la renovación de 2021.

Ese teclado lo analicé en su momento y lo comparé con el modelo anterior en el videoanálisis. Mostré el desgaste del uso, que es en realidad en lo que me voy a centrar al hablar del Magic Keyboard 2024. Porque en la práctica es el mismo modelo de 2021 pero simplemente cambiando el puerto de un Lightning a un USB tipo C por una imposición legal de la Unión Europea.

El resto del teclado es igual, en sus distintas variaciones. En este caso concreto es el que tiene el Touch ID porque resulta superútil para desbloquear el equipo y parece que no, pero ahorrar unos segundos varias decenas de veces al día al final es una gran mejora de usabilidad. Es prescindible, por supuesto, sobre todo porque la tontería del lector cuesta 40 euros extras frente al modelo base. El cual, todo sea dicho, ha recibido un aumento del PVPR de 109 euros a 119 euros, y este por tanto cuesta 169 euros. Una primera recomendación de compra sería el modelo anterior con el Lightning antes de que se retire a principios de diciembre de toda la Unión Europea, que suele antes 30 euros más barata, por lo que a partir de entonces habrá que recurrir a la segunda mano.

Por ese PVPR de 169 euros se pueden comprar infinidad de teclados más versátiles pero probablemente no tan buenos para escribir. He probado muchos teclados en todos estos años de estar con la web, desde modelos de apenas veinte euros a otros de 300 euros, y con ningún teclado me he sentido más cómodo escribiendo que con el Magic Keyboard actual. El Magic Keyboard anterior al de 2021 era una castaña por los interruptores, y el anterior es el que iba a pilas del cual conservo un par de ejemplares que compré muy baratos de segunda mano restaurados cuando la compañía lanzó ese renovado Magic Keyboard de 2015 con batería en lugar de pilas, con el que este modelo de 2024 sigue compartiendo estética. Pero los interruptores del modelo de 2015 eran malos, sin paliativos, y personalmente los detesto.

Magic Keyboard 2024 de Apple
Dimensiones278.9 mm × 114.9 mm × 10.9 mm
Peso239 g
ConexiónBluetooth, cable USB-C
Cable1.8 m
Interruptorestijera de Apple
Disposición de tecladoEspañola, disponible en múltiples idiomas
Detección individual de teclas
Extrasninguno
PVPR119 €, 169 € con Touch ID, con versiones en blanco y negro, y también en formato extendido más caras

Uso habitualmente un K65 Plus Wireless de Corsair, principalmente con Windows, pero este teclado, como otros, tiene un interruptor que permite cambiar el uso entre Windows y macOS. Lo cual es simplemente cambiar el uso de las teclas Windows/Opción y Alt/Comando porque en macOS esas dos teclas están al revés, la de Windows funciona como Comando y la de Alt como Opción. Es un gran teclado Bluetooth de 160 euros todoterreno que uso principalmente para jugar, o escribir cuando uso Windows, porque para trabajar en el Mac prefiero el Magic Keyboard. Pero claramente 119 euros o 169 euros por un teclado compacto de Apple es una locura, y más teniendo en cuenta la durabilidad, que es de lo que quería hablar también.

Por el tipo de teclas que ha incluido Apple, en un año prácticamente el dibujo de algunas de ellas ha desaparecido. Casi tres años después de usarlo, el Magic Keyboard de 2021 tiene varias teclas desgastadas, tanto el dibujo como la propia tecla, por lo que hay huecos en ellas.

No me resulta resultaría agradable gastarme 170 euros en un teclado para que en dos años las teclas estén machacadas. Los interruptores sí han conseguido mantener el tipo en estos tres años, por lo que todo podría pasar por un cambio de las teclas del propio Magic Keyboard. Hay algunas opciones de recambios a la venta, aunque preferiría que Apple vendiera las suyas.

Debajo de las teclas se puede acumular bastante porquería tras años de uso, pero por lo general no llega a los interruptores, que seguirán funcionando sin problemas. En alguna ocasión en estos tres años he tenido algún momento crítico en el que algún interruptor había dejado de hacer bien la pulsación, pero soplando o con aire comprimido conseguí solucionar el problema. También me ha ocurrido alguna vez que alguna tecla se ha desencajado por el mero uso, pero se pueden volver a poner, aunque con cuidado porque no es algo fácil.

Esto evita para mí comprar un Magic Keyboard de segunda mano, salvo que esté restaurado, ya que las teclas no se pueden levantar fácilmente y luego tampoco se pueden volver a poner en su sitio fácilmente. Lo cual a su vez evita que el usar repuestos sea una experiencia exenta de problemas. Los tiene al poner de vuelta las teclas.

Así que Apple tiene un gran teclado para escribir, el Magic Keyboard, pero con el tiempo se va convirtiendo en un teclado peor, poco a poco. Pasar los dedos sobre esas teclas desgastadas y notar los huecos, o al pulsarlas, me distrae de vez en cuando y la experiencia de uso tiene una componente menos agradable. El teclado funcionará a la perfección durante un año, luego irá pegando un bajón gradual por el desgaste de las teclas durante el siguiente año, y al final del tercero el desgaste se habrá acentuado y puede ser molesto. Tres años de vida útil de un teclado de 170 euros me parece muy poco.

Que vale que luego se pueda comprar por 20 o 30 euros más barato en algunas tiendas, pero aun así hay alternativas que pueden ser más duraderas para muchos usuarios. Es un gran teclado para escribir y trabajar, por el mínimo ruido de los interruptores y su escaso tamaño, que favorece una mejor posición de los hombros y que se pueda alcanzar más rápido el ratón, pero es un producto especialmente caro con buenas alternativas bastante más baratas y de mayor vida útil.

Puntuación

8.0

sobre 10

Lo mejor

  • Pequeño formato con buena conectividad, ahora con USB-C.
  • Interruptores y teclas estupendos para teclear.
  • El modelo con Touch ID es muy práctico.

Lo peor

  • Baja vida útil de las teclas. En tres años de uso diario para trabajar pueden estar muy desgastadas.