PDP es una marca bastante conocida por sus mandos, pero también mantiene una creciente línea de auriculares que tienen tendencia a centrarse en cubrir bien los aspectos básicos de su uso en juegos. Los Afterglow Wave Wireless Headset están entre ellos porque si bien no destacan en el terreno del audio, aunque esté bien, es más bien el conjunto lo reseñable de ellos.

Desembalado

Los microauriculares Afterglow Wave Wireless Headset de PDP llegan en una vistosa caja con el logo de licencia de Xbox ya que se pueden usar de manera con las consolas de Microsoft. En la contraportada da algo más de información de los auriculares, pero muy genérica, así como un código QR para instalar el programa de configuración en Xbox o Windows a través de la Tienda Microsoft.

Al abrir la caja se puede ver una bandeja de cartón reciclado en el que están los auriculares protegidos por una bolsa compostable, encima de los cuales hay una guía de inicio rápido. También se pueden ver en bolsas compostables el receptor USB y un cable corto USB tipo C a USB tipo A de color negro.

La primera sensación que dan los auriculares en la mano es la de contar con una buena calidad de fabricación. Tienen un diseño de diadema con copas extensibles. El micrófono está integrado en la copa izquierda, lo cual no beneficia a la vida útil de los auriculares. Las almohadillas, de espuma de buen grosor recubierta de tela transpirable, se pueden reemplazar fácilmente.

La almohadilla de la diadema tiene el mismo diseño, pero no he visto que se pueda reemplazar. Suele aguantar mucho desgaste principalmente por la grasa del peso, y siendo de tela va a ser complicado eliminarla fácilmente.

El conjunto del diseño de los auriculares y las almohadillas ha hecho que me resulten cómodos de llevar durante horas. No me han dado problemas con las gafas. Hacen más pinza de lo habitual, pero sin llegar a hacer demasiada fuerza. El ajuste de las copas es en dos ejes, por lo que es bastante fácil encontrar un punto en el que cualquier usuario se sienta cómodo con ellos.

Lo más característico de estos microauriculares es la iluminación ARGB de las copas. Son tres franjas de un diseño característico para la serie Afterglow de productos de PDP, con cinco zonas personalizables en cada copa. Pero también hay iluminación RGB en torno a la base del micrófono y en su punta, lo cual hace que estéticamente sea un buen sistema de iluminación.

El micrófono es de tipo plegable y flexible, estando en silencio cuando está plegado. Por cómo graba, habría que alejarlo lo máximo posible de la nariz, pero dejándolo lo suficientemente cerca de la boca como para que grabe con un nivel adecuado sin tener que aumentar al máximo la ganancia.

En la copa izquierda, junto al micrófono, hay una toma USB tipo C, un botón para cambiar el modo de iluminación o desactivarla, una rueda de volumen, y un botón para encenderlos con conexión por el receptor USB. En la copa derecha está la rueda de balance de voz/chat y el botón para encenderlos con la conexión Bluetooth. El receptor USB es de pequeño tamaño e incluye un pequeño interruptor para cambiar entre su uso con Xbox o con un PC.

Características

PDP ha sido bastante parco en los detalles de estos Afterglow Wave Wireless Headset, así que he de presuponer unas características bastante generales de los transductores y micrófono. En cuanto a las conexiones, la Bluetooth y la del receptor USB no pueden estar conectadas al mismo tiempo, lo cual por su precio es cuanto menos extraño. No ya que se mezclen ambas señales de audio, sino que al menos se pueda tenerlos conectados a dos dispositivos distintos.

PDP indica que los transductores son de 50 mm, y poco más. Es un tamaño habitual en auriculares para jugones y, al menos por lo que he podido probar, la calidad del sonido es buena, aunque flojea algo en los subgraves.

Uso los QuietComfort 35 II a diario, los cuales tienen una gran calidad de sonido contrastable, y en este caso se nota rápidamente algunas cosas al cambiar entre unos y otros. La escena de estos Afterglow Wave Wireless Headset es amplia, pero las voces por ejemplo suenan un poco apagadas o más distantes. No sabría definirlo bien ahora mismo. Los subgraves más profundos quedan muy difuminados. Los agudos suenan por lo general bien.

Afterglow Wave Wireless Headset de PDP
Tipocircumaurales cerrados
Peso285 g
ConexiónBluetooth, receptor USB
Transductores50 mm
Micrófonobidireccional, flexible, abatible
CompatibilidadPlayStation, Windows, macOS, Switch, otros dispositivos Bluetooth
Autonomíahasta 16 h con iluminación
PVPR100 euros (oct. 2024)

En juegos es donde más destaca la calidad de sonido. Los graves en los que se mueven los tiros y explosiones tienen mucha fuerza, como la de los QC35 II, con buena definición y suficiente direccionalidad por el tamaño de los transductores, así que aunque no tengan sonido envolvente están bastante bien para jugar.

Normalmente cuando pruebo unos microauriculares de este tipo no suele haber diferencia entre la calidad de grabación por Bluetooth y por receptor USB, pero en este caso la hay. Por Bluetooth la calidad es media-baja. Capta mucho ruido y no se escucha la voz de manera nítida.

Por el receptor USB la situación mejora mucho, hasta el nivel de ser un micrófono de calidad media-alta para unos auriculares, mucho más acorde con el PVPR que tienen. Aun así, capta de vez en cuando ciertos golpes de ruido que no tengo muy claro de dónde proceden. Eso era mucho peor antes de actualizar los auriculares a la última versión de su firmware, y probablemente precise de más actualizaciones. La cancelación de ruido que incluye es limitada, y no es configurable de ninguna forma.

En cuanto a la autonomía, con la iluminación activa pueden aguantar hasta dieciséis horas, y más o menos se ajusta a eso, quizás un poco menos. Es difícil saberlo porque los auriculares no notifican de su nivel de batería, lo cual es extraño. La iluminación se puede apagar y en ese caso pueden aguantar sobre las treinta horas, lo cual es una autonomía más normal. Pero el único motivo por el que comprar los Afterglow Wave es el ARGB, lo cual lo lleva en el precio, así que es más bien una autonomía baja.

Afortunadamente se pueden usar inalámbricamete mientras se están recargando por el puerto USB, por lo que eso prácticamente elimina el problema de una baja autonomía a una mera molestia de usarlos por cable en caso de que te olvides alguna vez de recargarlos cada pocos días. Pero como ahora mismo siempre hay algún cable USB-C sobre la mesa porque es el conector usado por todo, la molestia es incluso menor.

Programa de configuración

El programa de configuración de PDP es común para todos sus productos, Control Hub o centro de control —que hub siempre ha sido 'centro' o 'intercambiador' en español, dependiendo del contexto, pero con el borrado del español que estamos haciendo ahora se usa el anglicismo crudo por puro postureo—. Lo primero que habrá que hacer es actualizar el receptor USB y los auriculares, y eso lleva de diez a quince minutos. Tiene que aplicar un par de actualizaciones al receptor y luego a los auriculares, por lo que es mejor no tener prisa cuando se haga.

Las actualizaciones mejoran notablemente la calidad de grabación, probablemente con un buen retoque de la cancelación de ruido, porque sin ella graba ruidos raros mientras se habla. Lo que me molesta principalmente del programa de configuración es que hay que crearse una cuenta sí o sí, lo cual no debería ser así. No es algo para lo que sea fundamental creársela porque ni siquiera guarda los ajustes en la nube. Incluso Razer quitó ese molesto requisito hace años, y ni el de Corsair ni el de Logitech lo tienen, y son empresas mucho más populares.

Sea como sea, la aplicación es bastante básica. No tiene ecualizaciones predefinidas, ni siquiera tiene ecualizador en varias bandas, y no se pueden modificar parámetros de los auriculares, solo ver el volumen o el balance de chat-juego. Así que realmente para lo único que sirve es para controlar la iluminación ARGB de las copas. En ese terreno tiene varios efectos predefinidos, pero también se pueden personalizar hasta cierto grado. En el fondo es un programa que, salvo por la parte de actualizar los auriculares, se puede vivir sin él, porque la copa izquierda tiene un botón para cambiar entre los modos predefinidos de iluminación.

Conclusión

Estos Afterglow Wave Wireless Headset de PDP son un modelo interesante para los que quieren uno que funcione bien en Xbox y PC, con buen sonido en juegos y buen micrófono, y que además tenga ARGB. Es precisamente esas tres cosas las que cubre notablemente estos microauriculares, aunque pueden resultar unos normales tirando a buenos al escuchar música.

Al reproducir canciones la escena se nota amplia pero a su vez el sonido se nota algo encajonado y suena claramente distinto que el que proporcionan auriculares buenos por Bluetooth que ronden los 150 o 200 euros. Los subgraves están ligeramente apagados, pero los graves tienen mucha fuerza. Esa escena amplia con esos buenos graves hace que en el terreno de los juegos sean unos buenos auriculares.

En cuanto a la grabación del audio, por Bluetooth la calidad es normal tirando a mala. Se entiende al usuario, pero captura mucho ruido y al final las grabaciones suenam normaluchas. Por el receptor USB mejora mucho la calidad, siendo por lo general buena, aunque hay que posicionar bien el micrófono porque captura mucho el ruido de la respiración. Pero es una calidad buena.