No todo van a ser juicios de patentes en el sector de las telecomunicaciones. El caso de hoy nos lleva a uno de los productos estrella de Nintendo: la 3DS. Y es que un jurado ha estimado que la compañía nipona ha infringido una patente de Tomita Technologies que permite el uso de pantallas 3D sin gafas. ¿Por cuánto le ha salido la broma? Por 30 millones de dólares.
La compañía solicitaba 292 millones de dólares en total, así que en parte ha salido airosa (9.8 dólares por 3DS vendida hasta la fecha). Con unas ventas un poco flojas de la Wii U, este tipo de pagos no les viene muy bien. Sea como sea, la patente en cuestión hace referencia a un sistema de captura y presentación de una imagen estereoscópica basado en ejes ópticos, solicitada por Sejiro Tomita, un antiguo empleado de Sony, en 2003.
El jurado ha desestimado las alegaciones de Nintendo de que la descripción de la patente era vaga, ya que ha encontrado bastante similitudes entre lo descrito en la patente y la implementación de Nintendo. Además, Tomita presentó evidencias de haber hablado con Nintendo en 2003 sobre este tema, mostrándoles un prototipo.