Uno de los juegos más esperados de este año, y primer juego exclusivo de la Xbox One (y Windows) es Titanfall. Todas las críticas lo han puesto por las nubes, incluidos nosotros cuando lo probamos durante la beta. Pero debido a que es un juego 100% online, la costumbre dicta que tienen tendencia a experimentar problemas en los servidores durante el día de lanzamiento (y los días siguientes).
Siendo un juego online, se la juegan muchísimo en esos primeros días, y pueden determinar el futuro del juego entre los interesados en comprarlo. Pero desde Respawn Entertainment, la desarrolladora de Titanfall, están medianamente tranquilos ya que su única función para el lanzamiento del juego, a parte de la obvia de monitorizar su buen desarrollo, es darle a Microsoft unas estimaciones previas de cuánta gente esperan que jueguen en los primeros días.
El resto depende de Microsoft, puesto que utilizan los más de 300.000 servidores con que cuenta la compañía de Redmond para proporcionar servidores de juego a los títulos de Windows y Xbox One. Microsoft será la que asuma la culpa si los servidores se caen por sobrecarga y la que tendrá que activar nuevos servidores de juego cuando sea necesario.
Titanfall abre las puertas hoy en EE.UU y el día 13 en España.