Dejando a un lado la batalla de las especificaciones entre las futuras PlayStation 5 y Xbox Serie X, hay una cosa en la que ambas consolas se la juegan: el mando. Microsoft casi no cambiará el de la Xbox porque si un diseño es bueno para qué tocarlo, pero Sony va a retocar bastante más el mando de la PS5. Ahora lo ha introducido en sociedad, y se llama DualSense. Lo primero que llama la atención es que tendrá una combinación de colores blanco y negro, con una banda de iluminación azul en torno al panel táctil.
Pero el diseño general en realidad no cambia tanto con respecto al DualShock 4, porque la forma ergonómica es muy similar para no cambiar demasiado al agarre, pero refina bastante más el diseño engordándolo ligeramente por los laterales y algo más por la parte de arriba. Pero no varía tanto, y eso es positivo porque debe transmitir continuidad. Las palancas, cruceta y botones principales de acción están en el mismo sitio, los botones de compartir —ahora renombrado como botón de crear— y menú, el panel táctil de control, y los gatillos y botones frontales se quedan donde están.
Lo que sí cambia son otros pequeños detalles más allá de lo visual. Los gatillos disponen de nivel de resistencia configurable, «gatillos adaptables» como los ha definido Sony, y se podrán usar en juegos específicos. Cuenta con un conector de conexión/alimentación que es ahora un USB tipo C, cuenta con un sistema de micrófonos para poder chatear sin auriculares de manera puntual, y respuesta háptica en lugar del habitual sistema de vibración que tenía el anterior mando. Esto último mejorará sustancialmente el tipo de sensaciones que se podrán transmitir al jugador en los juegos que lo implementen.