La Switch llegó al mercado en 2017 y desde entonces ha sido una superventas. Era lo que necesitaba Nintendo para evitar la desaparición de la compañía porque por aquellos años arrastraba una situación económica calamitosa provocada por el fiasco de la Wii U. Sigue siendo una buena consola portátil, pero la potencia que tiene no da para más y lo demuestra el último Zelda que la compañía ha puesto en el mercado. Por eso ahora mismo los rumores apuntan a que sería a finales de 2024 cuando la sucesora de la Switch llegaría al mercado.
No se espera un cambio de formato, por lo que será portátil con una base de acople para usarla como una consola de salón. De hecho, se dice que seguirá incluyendo una pantalla IPS para mantener a ralla los costes. Nintendo siempre ha intentado conseguir beneficios incluso con el primer lote de una nueva consola que pone en el mercado, aunque no siempre lo haya conseguido. La estrategia de Microsoft y Sony es vender a pérdidas para compensarlo con creces con los ingresos por juegos.
Pero a falta de más detalles, al menos esos mismos rumores dicen que los principales socios de Nintendo del mundo de los estudios de videojuegos ya tienen los kits de desarrollo en sus manos. Eso no significa que tengan un modelo de la consola portátil, sino un equipo con el procesador, memoria y sistema de almacenamiento, así como los programas de desarrollo y documentación que permita ir desarrollando o adaptando juegos.
Los analistas también están de acuerdo con la fecha porque los ingresos de la compañía están bajando cada vez más. Se espera que caigan las ventas de la compañía en torno a un 16 % en el actual año fiscal. La única forma de frenar esa caída, que se irá agrandando ante un hardware que claramente se empieza a ver anticuado, es renovándolo con una «Switch 2». Así que eso ocurriría en el próximo año fiscal.