Desde que se anunció esta nueva entrega de Indiana Jones, le he dado muchas vueltas al tema del regreso de Harrison Ford como Indiana. Está claro que uno sin el otro no puede existir pero, ¿por qué? Tenemos el caso de James Bond, donde se cambia el actor cada cierto tiempo, con su correspondiente polémica, pero es algo aceptado, ¿no podría suceder algo así con Indiana? Me alucinan las aventuras del explorador y quiero más raciones de civilizaciones antiguas, secretos milenarios, artefactos arcanos, etc, y sabemos que Harrison no es eterno.
Después de esta reflexión introductoria, vamos al grano. Ha pasado mucho tiempo y ha habido mucho escepticismo respecto a esta entrega debido a la edad de Harrison Ford, pero una vez más ha demostrado que, a pesar de sus 80 años, es alguien incombustible. Esta nueva entrega sitúa al arqueólogo en 1969, el culmen de la carrera espacial. Carrera que «ganó» Estados Unidos, aunque fuera usando a muchos científicos nazis para ello: y seguro que Indy tiene algo que decir al respecto visto su historial.
James Mangold
es el encargado de dirigir a Harrison en esta nueva entrega, además de actores como Phoebe Waller-Bridge (ahijada de Indy, ¿qué habrá sido de su hijo y Marion?), Mads Mikkelsen como el nazi malo que trabaja para la NASA, John Rhys-Davies que repite como Sallah, Antonio Banderas, Thomas Kretschmann, Boyd Holbrook, Shaunette Renée Wilson, Toby Jones y Olivier Richters. Todos listos y dispuestos para, seguramente y por desgracia, la última película de Indiana Jones el próximo 30 de junio de 2023.
P.D: ¿por qué veo en todas partes Indiana Jones 5, si solo se han grabado tres películas de Indiana?, no lo entiendo.