La verdad es que, pese a ser usuario de iPhone y Apple en general, es obvio lo estático que es su pantalla de inicio donde ves las aplicaciones. No es especialmente malo, porque lo tengo concentrado todo en dos pantallas solamente, perfectamente organizado por carpetas.

Y es que no me gusta tampoco el caos en que se convierte el escritorio lleno de widgets de Android, cada uno con un tamaño y expandidos en mil pantallas. Por eso, cuando vi por primera vez la interfaz de Windows Phone 7.5, fue un amor a primera vista.

No tenía nada y lo tenía todo. Las aplicaciones totalmente accesibles, organizadas, limpio y sin caos. Y cuando he visto el vídeo de presentación de Windows Phone 8 (que ya había probado el Windows 8 que al fin y al cabo es igual) durante la conferencia de hoy en la que han presentado en sociedad al nuevo sistema operativo, ha sido la confirmación del romance.

Vídeo

La pantalla de inicio es altamente configurable, pero bajo el sistema de rejilla que tiene la interfaz. Cada icono de la aplicación puedes hacerlo un cuadrado pequeño (unidad mínima del layout), de 2x2 cuadrados o de 4x2 cuadrados (rectángulo en horizontal). Con esto se consigue personalizar y dedicar mayor atención a las aplicaciones que tú quieras y no lo que te venga impuesto en widgets de Android o iconos de iOS. Si a esto unimos que esos iconos, a partir del tamaño 2x2, pueden mostrar las aplicaciones corriendo como si fueran ventanas de Windows, tenemos, sin duda, la mejor interfaz de un móvil, desde el punto de vista de usabilidad y experiencia de usuario, que se pueda tener.

Dar la posibilidad al usuario de hacer lo que quiera no siempre es sinónimo de un buen sistema, como ocurre en Android, porque muchas veces el usuario no sabe lo que quiere y su pantalla de inicio se transforma en caos. Tampoco una rejilla estática lo es, como ocurre en iOS, aunque evitas que el usuario se dirija hacia un escritorio sin sentido y personalmente me gusta más que Android. Pero eso sí, una rejilla como la de Windows Phone, con tamaños determinados configurables por el usuario, pero dentro del esquema de aspecto que decide el diseñador gráfico, sí es un buen sistema.

En este sistema, si quieres tener un rectángulo con tus últimos correos, no tendrás que entrar a la aplicación para leerlos. Si quieres ver un vídeo, no tendrás que salir de la pantalla de inicio, lo podrás ver. Si quieres que te informe de cuándo un contacto específico te avisa de algo, también lo verás y podrás configurarlo. La cantidad de información útil y bien organizada que se puede tener en esta interfaz lo convierte en realmente buena.

Parece que Microsoft está entrando a degüello con Windows 8 (y su versión para móviles Windows Phone 8) en un mercado que se le estaba escapando de las manos: el de tablets y móviles. Con la presentación de Surface ha hecho un gran movimiento hacia los híbridos tabletas-PCs, de la incipiente era post-PC, de la que quiere entrar como líder. Y con Windows 8 y Windows Phone 8, puede llegar a conseguirlo. Ahora sólo queda ver cómo reacciona la competencia.