Esto de poder realizar todo tipo de peticiones a través de la página web de la Casa Blanca está dando algún que otro titular más que interesante. Si el mes pasado prosperaba una solicitud para que el gobierno de los EE.UU empezara a construir la Estrella de la Muerte, hoy tenemos algo que está en la misma línea.
Se trata de una solicitud de Anonymous para que se legalizen los ataques de denegación de servicio distribuido o DDoS (que básicamente consisten en colapsar los servidores web para que dejen de aceptar solicitudes) sean considerados como formas de protesta legales.
Alegan que es lo mismo ocupar una plaza para que no pueda ser usada por nadie más que el que haya personas dando todo el rato al botón de refrescar para colapsar la página web. Salvo la pequeña diferencia de que los ataques DDoS se suelen hacer mediante bots diseminados en un gran número de ordenadores que son los que hacen cientos de llamadas a una web para tumbarla.
Legislar algo semejante, aunque podría tener sentido, en la práctica es extremadamente complicado, y algo por lo que las empresas norteamericanas difícilmente aceptarían. Cualquiera de ellas.
With the advance in internet techonology, comes new grounds for protesting. Distributed denial-of-service (DDoS), is not any form of hacking in any way. It is the equivalent of repeatedly hitting the refresh button on a webpage. It is, in that way, no different than any "occupy" protest. Instead of a group of people standing outside a building to occupy the area, they are having their computer occupy a website to slow (or deny) service of that particular website for a short time.
As part of this petition, those who have been jailed for DDoS should be immediatly released and have anything regarding a DDoS, that is on their "records", cleared.
Obviamente, aunque la propuesta prospere reuniendo las 25.000 firmas digitales de ciudadanos norteamericanos, su destino es el mismo que el de la construcción de la Estrella de la Muerte: el olvido. Mientras tanto, Anonymous ya advirtió que en 2013 seguirá con su política de ir contra todo aquello que crea perjudicial para el interés general del planeta.