Los últimos estudios del mercado chino de los smartphones daban unas cifras realmente elevadas de adopción de Android entre los usuarios: en torno al 90 por ciento, punto porcentual arriba, punto porcentual abajo. Es un porcentaje que ha llevado al Ministerio de Industria de China a plantear en un informe su preocupación sobre la dependencia del país respecto al sistema operativo de Google.
Es este uno de los mayores temores que tienen y que plantean en su informe: que pese a ser open source, está estrictamente controlado por Google, y es la empresa norteamericana la que establece la hoja de ruta de su desarrollo. También han detectado una discriminación por parte de la empresa hacia los desarrolladores y empresas chinas que quieren desarrollar su propio software o sistema operativo basado en el código libre de Android.
El informe del ministerio no ha establecido ninguna medida a tomar, ni regulatoria ni de otra índole, ya que gran parte del éxito de los fabricantes de móviles chinos se basa en el gran éxito de Android, como Huawei o ZTE. Pero ahora que Android ha recibido la atención del gobierno chino, no sería raro que empezaran a tomar medidas para intentar paliar esta dependencia, que podrían pasar por incluso sacar una versión de Android controlada desde China, o mirar con lupa la actividad de la empresa en el país. Este curso de acciones no son raras en el gigante asiático, ya que lo que más les preocupa es tener cualquier tipo de dependencia de recursos del exterior, y más si proceden de EE.UU.