Un jarro de agua fría en su querida California el que le ha caído hoy a Apple. Un juez federal ha encontrado culpable a la compañía de conspirar para subir los precios de los libros electrónicos junto con las editoriales, ayudándolas en la práctica en crear un monopolio. Los monopolios son quizás una de las cosas peor vistas por los ciudadanos norteamericanos y por el propio gobierno.
De esta forma el Departamento de Justicia de los EE.UU ha conseguido una gran victoria por la importancia del caso, que tendrá que ir a un segundo juicio para determinar las indemnizaciones que tengan que pagar. Lo fundamental del caso para el juez del caso es que Apple fue el que orquestó entre todos la subida de precios en la primavera de 2010, con Steve Jobs todavía al mando de la compañía, pero a la que Tim Cook ha tenido que ir a dar cuentas de lo ocurrido.
Si no prospera la apelación que presentará en próxima fechas Apple, se iniciará un proceso de reembolso a los consumidores por el importe que se les cobró de más por la subida de precios de los libros electrónicos, fijados entre los 12.99 y 14.99 dólares cuando Amazon los vendía a 9.99 dólares. Diversas editoriales acusadas, como Penguin o Harper Collins, pactaron un total de 164 millones de dólares en reembolsos con el gobierno para evitar ir a juicio.