Aunque uno de los productos estrella de las pasadas navidades fueron las tabletas (sobre todo el iPad mini), el sector de las tabletas lleva dos trimestres perdiendo fuerza con reducciones de producción en el segundo trimestre del 9.7 por cierto. Quizás sean los primeros signos de fatiga en el sector, aunque haya crecido la producción desde el segundo trimestre del año pasado al segundo de este un 59.6 por ciento.
Uno de los perjudicados ha sido Apple, que ha visto disminuir sus ventas de iPads un 14.1 por ciento hasta situarse en las 14.6 millones de tabletas vendidas (iPad e iPad mini). Esta disminución podría ser debida en parte a que no se presentó renovación de la gama de tabletas en el primer trimestre, su periodo habitual desde 2010, y lo harán previsiblemente en otoño para la campaña de Navidad. Pero aun así, es evidente que si Apple también ha reducido ventas significa que el sector está sufriendo un desgaste antes de lo que se preveía.
Las demás compañías han aumentado su producción en una cantidad importante en el segundo trimestre con respecto al año anterior (pero las han reducido con respecto al primer trimestre), encabezadas por Samsung y 8.1 millones de tabletas enviadas a los canales de distribución, y seguidas por ASUS y sus 2 millones de tabletas. Estas dos incluyen las tabletas Nexus 10 y Nexus 7 respectivamente de Google, y en el caso de la Nexus 7 se pueden inferir discretas ventas de esa tableta (siendo generosos, en torno a las 800.000 unidades entre abril y junio, lejos de los casi 15 millones de tabletas de Apple).
Las tabletas con Windows RT han conseguido colocar 0.2 millones de unidades entre los distribuidores, aunque debido a la falta de apoyo de incluso los fabricantes a ese sistema operativo, no parece que de momento vaya a mejorar mucho ni su cuota de mercado ni su capacidad de llamar la atención de los consumidores. Las tabletas con Windows 8, sin embargo, han conseguido vender 1.8 millones de unidades, un producto bastante más útil que su versión para procesadores ARM.
