Cuando LG y Samsung no están atareados en espiarse el uno al otro, estas compañías hasta parece que tienen tiempo de aburrirse como demuestra el siguiente prototipo de pantalla. Se trata de una de 5.5 pulgadas con una resolución de 2560 x 1440 píxels, lo que da una densidad de 538 ppi, muy superior a cualquier otra pantalla que esté ahora mismo en el mercado.
Las de 5 pulgadas con 1920x1080 píxels andan en los 440 ppi. Con esta resolución, que la considero totalmente innecesaria en un smartphone para que lo use una persona normal, habría que empezar a definir un nuevo término para sustituir a "nitidez". Mi ojo no ve la diferencia entre una de 4.5 pulgadas a 720p, y mucho menos en esta.
Otros parámetros de este prototipo de pantalla son 1.21 milímetros de grosor, 430 nits de brillo y se trata de una pantalla IPS. Esos parámetros los consigue por una nueva tecnología llamada AH-IPS para la pantalla en sí y otra LTPS (Low Temperature Poly-Silicon) para el sustrato sobre el que se colocan los diodos.
Aunque yo soy más de la tecnología IGZO de Sharp, de ultra bajo consumo y cuyos primeros smartphones estarán muy pronto en el mercado (si no lo están ya en Japón), hay que reconocer que la densidad de píxels por pulgada que ha conseguido LG, manteniendo la calidad del color de las imágenes, es impresionante.