La presentación del iPhone 5S ha sentado a los accionistas de Apple como un verdadero jarro de agua fría. Una vez más Apple parece que este año no va a presentar la próxima revolución de la tecnología (o The Next Big Thing como se refieren a ello los americanos), pero como decía hace unos días, quizás estemos pidiendo mucho a la innovación desde hace unos pocos años a esta parte.
Pero si observamos un poco más detenidamente las novedades que trae el iPhone 5S, a parte del procesador de 64-bits con gráficos que soportan OpenGL 3 y el sensor de huellas dactilares, otro gran cambio es la inclusión de un coprocesador de movimiento M7. Este chip que acompaña al procesador A7 se encargará a partir de ahora de liberarle de procesar la información del acelerómetro, giroscopio y compás (que ahora incluye el M7), y una de las primeras implicaciones es un menor consumo de batería al no tener que activar el procesador A7 para ello.
Una de las primeras aplicaciones que se anticipan es una mayor integración con los servicios de mapas (Google Maps, Apple Maps, Nokia Here) ya que sin tener que activar el procesador obtendrán información de si su usuario va a pie, en coche y, más importante, si el teléfono no se mueve en cierto tiempo, disminuye la frecuencia de las comunicaciones mediante WiFi o 3G para ahorrar más batería aún.
Pero establecer el uso del coprocesador M7 puede beneficiar a un futuro iWatch. La percepción de las empresas tecnológicas sobre los relojes inteligentes es que deben ser pequeñas computadoras capaces de procesar información y comunicarse con el teléfono que llevemos. El acercamiento que podría llevar a cabo Apple sería muy distinto: que el reloj recabara información (al estar en contacto con la piel sería principalmente biométrica, como las pulsaciones, etc.), enviarlas al iPhone para su procesamiento y recibir la información procesada de vuelta.
Con el uso de Bluetooth Low Energy y coprocesadores de bajo consumo (puesto que realizar tareas muy específicas), podríamos encontrar a no mucho tardar un auténtico reloj inteligente que durara incluso una semana su batería usándolo para tareas como salir a correr, recibir notificaciones, mostrar la hora... lo normal que podríamos esperar de un smartwatch. Añadiéndole un procesador para pequeñas tareas generales (mostrar opciones de configuración, etc.) con baja capacidad de procesamiento pero a la vez de bajo consumo, sería un buen comienzo para la nueva era de la ropa inteligente.
Por eso este coprocesador M7 es tan importante y nos dice tanto para los futuros gadgets que pueda estar preparando Apple. Si bien no creo que el iPhone 5S y sus nuevas características fueran la única sorpresa que decía Tim Cook antes del verano que tenía preparada Apple, sí que puede ser la primera tanda de lo que vendrá en 2014.