Hasta el año pasado era habitual que las empresas 'optimizaran' el código que acompaña a sus teléfonos para su funcionamiento con las aplicaciones de pruebas de rendimiento tipo GFXBenchmark. Afortunadamente con el revuelo que se montó debido a que se les pilló a (casi) todas con las manos en la masa trucando los resultados, dejaron de hacerlo, o no de forma tan descarada.
Huawei parece que no ha dejado esa actitud con uno de sus recientes gama alta, el Ascend P7, según ha descubierto AnandTech. El SoC incluido en el teléfono es un Kirin 910T de su filial HiSilicon, que a priori parecía bueno. Puesto que hay versiones para Google Play de GFXBenchmark y otras anti-cheating, los resultados de ambas son bien distintos en el Ascend P7.
En la versión de GFXBenchmark de Google Play, el SoC se mantiene durante las pruebas con cuatro núcleos funcionand y la mayor parte del tiempo a 1,8GHz cada uno, su máximo. En el modo anticheating el SoC usa 3 núcleos y llega a 1,8GHz de funcionamiento mucho menos tiempo. El resultado es claro en las pruebas trucadas: una mejora del procesamiento del 16% y un 28,3% más de rendimiento de la GPU.
La segunda de estas dos gráficas es la trucada para mejorar los resultados en pruebas como los tests de rendimiento de GFXBenchmark. Huawei, contactada por este hecho, ha dicho que el procesador se ajusta dinámicamente para distintas cargas en distintos escenarios. Puesto que el escenario es el mismo, me temo que Huawei no sabe qué contestar ante esta pillada que le han hecho la gente de AnandTech.