Google lleva tiempo realizando pruebas de su coche auto-conducido en las carreteras de California con resultados positivos. Sin embargo, el director del proyecto, Chris Urmson, cree que todavía está muy lejos de que la compañía pueda venderlos al público general debido a que todavía existen diversos problemas que solucionar en ellos.
Teniendo en cuenta que sólo los han podido probar en el soleado Estado de California, necesitan adaptar su conducción a peores condiciones climáticas, como por ejemplo lluvia intensa. También ponen otro problema: que no sabría reconocer a un agente de tráfico haciéndole indicaciones para que parara en caso de que haya un accidente más adelante o haciendo señas para reducir su velocidad.
Otro problema sería cómo reaccionar al cambio de señales de tráfico de la noche a la mañana, ya que la información que usa el coche está previamente introducida en una base de datos. Esto podría llevar a que tomara decisiones de conducción erróneas. Tampoco es capaz de distinguir el tipo de un posible objeto "bloqueando" en la carretera, sin distinguir entre un papel o una piedra.
Para continuar, no es capaz de detectar zanjas ni agujeros en el suelo, por lo que podría llevar al coche y sus pasajeros directos a una caída de varios metros o quedar atrapado. Y por último, Urmson también identifica como problema que le resultaría difícil de navegar por una zona en construcción.
Muchos problemas todavía que resolver y que Google no ve que estén solucionados hasta dentro de al menos cinco años. Pero en este tipo de desarrollos tecnológicos, es mejor ir lento que poner vidas en riesgo. Al fin y al cabo lo que menos le gustaría a Google es que se relacionara a uno de sus proyectos especiales con accidentes. También es algo a tener en cuenta por otras empresas que están desarrollando proyectos similares.
Vía: 9to5Google.