Apple ha presentado esta semana su primer reloj inteligente, y todo el mundo está hablando de él, para bien o para mal. No soy usuario de relojes, pero le encuentro bastantes utilidades a los relojes inteligentes que pueden hacer replantearme llevar uno. Al fin y al cabo, el mercado de los relojes es completamente distinto al de los relojes inteligentes y los usuarios buscan cosas distintas en ellos.
Una de las cosas más interesantes que tiene el Apple Watch es que se podrá usar para pagar mediante Apple Pay. Comenté por encima que el pago mediante este sistema es realmente rápido gracias a que se aprueba localmente la transacción mediante Touch ID, mejorando enormemente la seguridad de sistemas de pago "similares" como Google Wallet. Pero también se podrá utilizar el Apple Watch para pagar acercándolo al TPV como haríamos con el iPhone 6.
Para ello, puesto que el reloj no tiene Touch ID que permita aprobar la transacción, Apple ha creado un sistema en el que el usuario, al ponerse el reloj, se le solicita un PIN para activar el uso del reloj para pagos. Mientras lo lleve puesto, algo que se detecta mediante los sensores inferiores del reloj, que están siempre en contacto con la piel por la forma que tiene, podrá pagar. Si se lo quita, el sistema de pago dejará de funcionar. Si se lo vuelve a poner, se le volverá a pedir el PIN.
Un sistema de verificación que me parece perfectamente válido y útil y que demuestra que Apple Pay está preparado para conseguir finalmente que todos los comerciantes actualicen los TPVs a aquellos compatibles con NFC y Apple Pay. En EE.UU, teniendo en cuenta que un 44% de los usuarios de smartphone tienen un iPhone, va a triunfar sin duda alguna.