Estamos dejando atrás el revuelo por los dispositivos vestibles, que no están consiguiendo llamar la atención del consumidor, y ahora la atención se está poniendo en los coches autónomos. Compañías como Google y Apple tienen su proyecto de este tipo de vehículos (uno más publicamente que el otro), pero Volvo quiere poner los suyos a prueba en las carreteras en 2017.

El coche estará limitado a Gotemburgo, Suecia, por que el sistema Drive Me, con una entrega inicial de 100 vehículos, estará conectado con el sistema de señalización de tráfico de la ciudad. Esto permite tres cosas: tener información en tiempo real del tráfico; tomar decisiones en décimas de segundo; y desactivar el coche en caso de malas condiciones climatológicas, haciendo que el conductor deba tomar el control del vehículo.

El vehículo que propone Volvo incluye un amplio abanico de sensores, emisores de ultrasonidos, escáneres láser y cámaras para que sea conscinte de su entorno en los 360 grados. También incluye mapas 3D y poscinamiento GPS preciso, pero la diferencia con respecto a otras alternativas es que ha pedido ayuda a la industria aeronáutica para crear sistemas lo más robustos posibles (y redundantes).

El conductor tendrá que tomar el control del vehículo al entrar o salir de las autopistas (uno de los momentos más problemáticos para los actuales sistemas de conducción automática), pero el resto del tiempo estaría libre para hacer lo que quisiera dentro del coche. En caso de que no tome el mando del vehículo, éste se guiará a una zona segura y se parará en ella.

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Vía: SlashGear.