Apple se encarga de diseñar hasta el más mínimo detalle de sus productos, pero a la hora de fabricarlos tiene que recurrir a otras compañías. Salvo en algún caso puntual en el que también produce alguna pieza o elemento. En el caso de los procesadores utilizados en sus dispositivos móviles ha recurrido tradicionalmente a Samsung, y desde 2013 a TSMC para eliminar su dependencia de los coreanos.
Según Bloomberg, Apple va a volver a recurrir a Samsung, para la producción de los chips Apple A9 que se incluirán en los iPhone que se presentarán este año. Un importante volumen de pedidos de chips irá a otra fundición, GlobalFoundries, un socio comercial de Samsung. Aunque Apple diseña los chips y parte de los procesos de fabricación necesarios, las fundiciones son las que deben poner su experiencia en la fabricación de los transistores mediante sus procesos litográficos.
TSMC ha tenido históricamente dificultades para conseguir un rendimiento adecuado en la fabricación de chips de 14 nm. Es un problema que no tiene Samsung con todo lo que invierte en investigación, y los Exynos incluidos en el Galaxy S6 son de tipo 14nm FinFET, la tecnología en la que está interesado Apple.
Esto convertiría a Apple y Samsung nuevamente en importantes socios, más por la necesidad de Apple de la tecnología de Samsung, y Samsung por la necesidad del dinero de Apple para poder recuperar sus niveles de ingresos y beneficios previos a 2014. Además que Samsung está en proceso de construir una nueva fundición de chips en Corea del Sur.