Uber lleva teniendo problemas legales en todo el mundo desde hace meses. Fuera de EE. UU. hay normas bastante más estrictas para la creación de servicios de transporte de pasajeros y es algo que está teniendo que entender a la fuerza. Tras la prohibición en España del servicio (con bloqueo incluido de los ISPs), los problemas en Francia, Alemania, Holanda y Corea del Sur han sido habituales.
Finalmente los directivos de la compañía están entrando en razón y están optando por acatar las leyes de cada país. Esto implica que en los países europeos necesiten sus chóferes licencias de taxista en todos los servicios ofrecidos, pero también que aplique el coste mínimo de los servicios de taxi. Para poder funcionar en Alemania va a pagar el mínimo de 35 céntimos por kilómetro recorrido que exigen las leyes.
Esta tarifa se aplicará a UberPop, el servicio de menor coste similar a UberX para Europa, para las ciudades de Múnich y Fránkfort. Le sigue a los cambios que ya ha introducido en Berlín, Düseldorf y Hamburgo. Esto le evitará tener que pagar una multa de 250.000 euros.