Samsung continúa pasando por una mala racha en sus ingresos trimestrales. Una fuerte dependencia en los últimos años en el boom de los teléfonos inteligentes seguida por una fuerte competencia por parte de las marcas chinas de telefonía le están haciendo muchísimo daño a sus cuentas.
En el primer trimestre de 2015 ha visto bajar sus ingresos hasta los 47 billones de wones (40.000 millones de dólares), y sus beneficios hasta los 4,63 billones de wones (4.350 millones de dólares). Es una bajada interanual del 22% y del 45% respectivamente. Samsung se pensó que todo el campo era orégano y que los consumidores seguirían comprando sus teléfonos por malos que fueran simplemente por su marca, sin importar el diseño o el precio.
Ahora se muestra optimista con las ventas de los Galaxy S6 y S6 edge, y que durante este año 2015 conseguirá remontar sus ventas. Cree que China e India tendrán un papel importante en mejorar la demanda de sus teléfonos en el actual trimestre, pese a que el mercado de los smartphones y las tabletas está estancado.