El crecimiento del mercado de los teléfonos inteligentes en China ha empezado a frenar, e incluso a dar marcha atrás. Aunque puede que sea algo puntual, en el primer trimestre del año las ventas de teléfonos en el país asiático disminuyeron un 4,3% con respecto al mismo periodo de 2015, vendiéndose 98,5 millones de smartphones y phablets.
El que más terreno ha perdido es Samsung, con unas ventas un 53% menores que en el 1T de 2014. Eso le ha dejado en la cuarta posición de mayor fabricante, desplomándose desde la primera posición que ocupada hace un año. Sin embargo, Apple ha crecido un 62,1% colocándose como mayor fabricante, seguido por Xiaomi con un crecimiento del 42,3% y de Huawei que ha vendido un 39,7% más.