Los actuales sistemas de conducción autónoma tienen su gran reto en dos puntos de su conducción, considerados los más peligrosos: el carril de aceleración para acceder a las autopistas y la conducción dentro de ciudades. Google cree por ahora que éste segundo lo tiene resuelto y por eso comenzará a probar la conducción autónoma de sus prototipos en la calles de Mountain View.
El prototipo se basará en la información y refinamientos en su predicción y respuesta a eventos inesperados obtenidos de sus coches autónomos Lexus que lleva probando desde hace unos años. Por ahora la velocidad está limitada a 40 km/h, y a diferencia de la versión comercial de este prototipo, dispondrá de volante y pedales, e irá un conductor en su interior mientras duran las pruebas.
Google quiere poner sus coches a la venta antes o durante 2020, por lo que tiene por delante poco más de 4 años de intensas pruebas para poder pulir todos los detalles de la conducción autónoma que todavía quedan por resolver, sobre todo con respecto a la respuesta de los vehículos a situaciones de peligro.
Vía: Google.