Todo el mundo quiere en la actualidad un teléfono inteligente, pero no todo el mundo puede conseguirlo. Por eso ha sido muy habitual en los últimos años que aparecieran cada vez más marcas de teléfonos chinos, entendiéndolo como teléfonos baratos, y la situación es tal que el mercado del smartphones de China finalmente está saturado.
En el país asiático, los que se podían costear uno ya lo han hecho o lo van a hacer durante este año, pero eso impactará en el crecimiento global del sector, que se estancará en 2015. El año cerrará con unas ventas según IDC de unos 1.450 millones de teléfonos vendidos, un crecimiento en torno al 11% con respecto a 2014, pero que es muy inferior al 28% de crecimiento del sector en 2013.
En los siguientes años ese crecimiento se desacelerará incluso más, en torno al 5%, pero podría simplemente no crecer. Aunque China es un mercado emergente, se comporta en muchas situaciones como un mercado occidental, por lo que para mantener el crecimiento de ventas necesita convencer a los actuales dueños de un teléfono inteligente que merece la pena actualizarse. Algo muy difícil ahora mismo puesto que los terminales de Xiaomi, Huawei y otras compañías chinas funcionan perfectamente.
Vía: TechCrunch.